La presidenta de la Comisión de Equidad y Género, diputada Ángeles Nazares Jerónimo, informó que en el mes de mayo se publicarán las reglas de operación para la ejecución de la acción estratégica “Becas de Estudios de Posgrado para Mujeres Indígenas”, teniendo como unidad responsable al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La legisladora refirió que en el Anexo 10, Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Presupuesto de Egresos (PEF) 2012, fueron etiquetados 20 millones de pesos para el apoyo de estudios de maestría y doctorado realizados por mujeres indígenas. Para mayor información, será necesario que las interesadas consulten la página electrónica del Conacyt.
Señaló que aun cuando, según datos de 2010, existen 285 mujeres indígenas becadas a nivel licenciatura, a través del proyecto “Becas a Estudiantes Indígenas” que es coordinado y operado a través de las Dirección de Fortalecimiento de Capacidades de los Indígenas (DFCI), consideró necesario esta etiquetación que garantiza más y mayores apoyos a las estudiantes indígenas de maestría y doctorado.
Comentó que actualmente las y los becarios pertenecen a 49 diferentes pueblos indígenas, entre los que se encuentran con mayor número: Náhuatl, 15.7 por ciento; Mixteco, 11.1 por ciento; y Maya, 10 por ciento; entre los minoritarios están el Cucapá, Pima, Quiche, Tacuate y Tojolabal.
Enfatizó que existen muchas mujeres que desean estudiar, superarse, pero los altos costos y gastos para hacerlo se los impiden. “El compromiso de la comisión y en lo personal como mujer indígena, deseo que estos obstáculos sean eliminados y las estudiantes puedan concretizar sus anhelos con estos recursos para becas”, afirmó.
Si bien la lucha por el reconocimiento de la situación y los derechos de los pueblos indígenas es un tema relevante en las últimas décadas, ha sido un gran esfuerzo para las comunidades, pero ha representado un doble o quizá triple costo para las mujeres, sobre todo por las condiciones que ellas enfrentan, subrayó.
“En muchas de las comunidades indígenas los valores culturales y las costumbres confieren un papel marginal a las mujeres en la toma de decisiones y en el reparto de los bienes. No participan en las asambleas comunitarias o lo hacen sin voto; tampoco asumen cargos dentro de la organización tradicional hasta lograr generar cambios en su entorno y en su vida personal”, dijo.
“No es aceptable hablar de democracia, desarrollo y justicia social, si la mitad de su población –constituida por mujeres- permanece marginada, relegada y separada de los beneficios que debe aportar un Estado democrático de derecho, como es el caso de las mujeres indígenas”, puntualizó.