Se asegura que en México se le huye a las matemáticas, no obstante, la noche del lunes una charla abierta al público sobre esta ciencia atrajo a cerca de mil 500 personas que llenaron butacas y pasillos del auditorio de la Universidad de Guanajuato y sus famosas escalinatas. Persi Diaconis, profesor estadounidense de matemáticas y estadística en la Universidad de Stanford, uno de los matemáticos más reconocidos a nivel mundial y mago profesional, se presentó ante el público guanajuatense para brindar la plática titulada “Acerca de las coincidencias”. No hizo magia, pero a todos encantó.
Las coincidencias abundan en nuestra vida cotidiana. Nos fascinan, confunden y sorprenden. Son perturbadoras y molestas, incluso pueden alterar el curso de nuestras vidas, donde trabajamos y con quien vivimos, así como otras características básicas de nuestra existencia, suele decir Diaconis en sus conferencias. “Pero en ocasiones –apuntó esta vez- un ligero pensamiento escéptico nos muestra que las cosas no son tan sorprendentes después de todo”.
De esta manera comenzó su exposición en la que presentó algunas estrategias para pensar críticamente acerca de las cosas extrañas que nos ocurren y apasionan. Como ejemplo de esto habló de lo que él llamo el “problema del cumpleaños”, que se pregunta sobre cuál es la probabilidad de que dos individuos de un grupo con cierto número de personas cumplan años el mismo día, un hecho que cuando llega a suceder, para algunos representa una rareza pero que para un matemático esto puede ser explicado con la teoría de la probabilidad.
Luego habló de las mentiras que decimos de manera inconsciente y de las percepciones, que toma como referencia para asegurar que las coincidencias ocurren en la mente de los observadores, porque en alguna medida estamos discapacitados por la falta de experiencia. También abordó los “trucos de magia” que se realizan con los naipes, uno de los temas por los que su investigación es famosa y en el que ha podido concluir que “para mezclar bien la baraja, más de siete veces es innecesario; menos de siete insuficiente”.
“Esta última conclusión puede sonar sencilla, pero no lo es; requiere de una gran creatividad matemática llegar a ella”, reconoció Víctor Abréu, del Centro de Investigaciones en Matemática y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Esta conferencia pública, la única considerada en el programa de actividades del Primer Congreso Matemático de las Américas, fue un éxito para los organizadores pues no solo reunió a investigadores participantes de dicho evento académico, sino también a niños, estudiantes y padres de familia, que, atraídos por el prestigio del científico, respondieron de manera multitudinaria a la invitación.
El profesor Diaconis dejó su casa y escuela en Nueva York a los 14 años para unirse a un legendario prestidigitador quien lo convirtió en un mago y jugador de póker profesional. Diez años después regresó al colegio para terminar la licenciatura en matemáticas y luego hizo el doctorado en estadística en la Universidad de Harvard. Además de un ser un fructífero investigador, dicta conferencias y escribe libros para un público no especializado, por ello se le reconoce también como un gran divulgador y expositor.