Sin remordimientos y en tono por demás cínico, los diputados federales aceptaron públicamente que en el Congreso federal se viola la Constitución y se enfrascan en declaraciones triviales que de nada sirven al pueblo que dicen representar.

Aquí la entrevista textual con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Chuyffet Chemor:

PREGUNTA: Quisiéramos preguntarle ¿en qué situación se encuentra la Cámara de Diputados, sin haber elegido todavía a los consejeros electorales, a unos días de que empiece el proceso electoral?

RESPUESTA.- Hemos violado la Constitución; en esa situación nos encontramos, lamentablemente, penosamente.

PREGUNTA.- ¿Habrá para el jueves una decisión?

RESPUESTA.- No lo sé. No le toca a la Mesa Directiva resolverlo.

PREGUNTA.- Esta vergüenza que usted tiene por no elegir a los consejeros ¿podría prolongarse durante este año? Es decir, a unos días no se consiguen los consejeros y podría violentarse no solamente la ley del órgano, de la Cámara, sino  también podrían ponerse en riesgo las elecciones de 2012.

RESPUESTA.- Las elecciones de 2012 no están puestas en riesgo, en términos, en mi opinión, de que funciona con mayoría clara el Consejo General del IFE; pero es evidente que el órgano no es un órgano completo y, en consecuencia, lo deseable sería que cumpliéramos con la Constitución y eligiéramos a los tres consejeros electorales.

PREGUNTA.- ¿No protestaron defender la Constitución y hacerla cumplir?

RESPUESTA.- Sí.

PREGUNTA.-  ¿Y por qué no lo hicieron, o lo hacen?

RESPUESTA.-  Le repito, no me toca a mí dar respuesta, porque no está en la órbita de mi responsabilidad. Esto se trata en otra instancia y, bueno, sé que ha habido dificultades en la negociación de los mejores perfiles. Recuerdo que en 1996 me tocó a mí, junto con los partidos políticos, encabezar la designación del IFE.

El IFE fue espléndido, yo propuse, yo personalmente, propuse a Woldenberg como presidente, y todos los consejeros fueron seleccionados de acuerdo a una espléndida regla que nos sugirió el entonces presidente del PRD, Porfirio Muñoz Ledo, que con un gran talento nos dijo: “no más de dos vetos por partido y hagamos una gran bolsa de elegibles, de entre los cuales escojamos el mejor perfil”.

Así lo logramos y no creo que haya sido un IFE malo. Creo que ha sido un IFE espléndido.

PREGUNTA.- ¿En qué situación ponen ustedes al IFE ahora que no está completo el Consejo y que, finalmente, empieza un proceso electoral? Y también afuera hay discursos de encono.

RESPUESTA.- Ciertamente en un déficit de trabajo, de productividad importante. Los consejeros, además, supervisan el trabajo de comisiones dentro del IFE. De suerte que, no nombrarlos, va en contra de la eficacia que debiera tener esta institución.

PREGUNTA.- En el último llamado que les hace el presidente de la República para que ya aprueben las reformas pendientes.

RESPUESTA.- En el caso de las reformas pendientes, ciertamente éstas no tienen ninguna dificultad en ser discutidas, pero debiéramos obrar con un sentido de perspectiva, todos, el Presidente y nosotros, mucho más amplia.

Hay iniciativas que están por salir, que estaban ahí detenidas; la de la reforma política está por salir, que no gustó, porque no estuvo de ocho puntos, más que cinco, de cualquier manera está por salir la reforma y yo creo que es un avance importante el que se apruebe lo más pronto posible.

Nosotros estamos privilegiando, lo acabo de platicar ahora en el desayuno de la Mesa Directiva, con los integrantes de ésta para privilegiar en las sesiones la aprobación de dictámenes, más que otra cosa, la aprobación de dictámenes y estamos sugiriendo, la Mesa Directiva ha sugerido que haya sesión los miércoles para dejar los miércoles para la presentación de iniciativas, esto tiene que ser aprobado por la Junta de Coordinación Política.

PREGUNTA.- ¿Y en el caso de la Reforma Laboral, diputado?

RESPUESTA.- En el caso de la Reforma Laboral siento que hay un mayor atraso en el proceso legislativo y que siendo tan importante como lo es deben escucharse todas las voces y debe tratarse de lograr el mayor consenso posible.

No vamos a tener nunca consenso unánime; bueno, sí lo tuvimos una vez, perdón la presunción, ya se olvida porque ahora ya no se acuerda la gente de que en 1996 hicimos la única reforma política que ha sido aprobada por unanimidad en las dos cámaras, ni un voto en contra, ni uno, ni una abstención.