La Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, con 302 votos, reformas al Código Civil Federal para establecer que, en caso de contradicción, en los supuestos del reconocimiento de los hijos nacidos fuera del matrimonio, la paternidad y la maternidad podrán probarse por cualquiera de los medios ordinarios y, en especial mediante la prueba pericial en materia genética.

La reforma remitida al Senado de la República para sus efectos constitucionales adiciona dos párrafos al artículo 360 del Código Civil, y precisa que si el supuesto progenitor o progenitora se negaran a proporcionar la muestra necesaria, se presumirá, salvo prueba en contrario, que es el padre o la madre.

Si existe carencia de recursos, el juez solicitará al área de servicios periciales que exima del pago de la prueba genética, atendiendo al interés superior del menor, indica.

Al fundamentar el dictamen, la diputada Esther Quintana Salinas refirió que las pruebas de maternidad o paternidad con base en el ADN proporcionan una determinación científica confiable que permite precisar si el presunto progenitor o progenitora es el padre o madre biológica del menor.

Mencionó que en los juicios que se plantean sobre asuntos de paternidad o maternidad en contradicción, esta prueba pericial significa la simplificación del procedimiento y consecuentemente reduce los tiempos procesales, ya que siendo la prueba idónea por excelencia hace innecesario el desahogo de cualquier otra probanza, lo que contribuye a la impartición de justicia de manera pronta, completa e imparcial.

Sin embargo, dijo, el problema radica, esencialmente, en que muchas veces no se realiza esta prueba pericial de ADN por negativa del presunto progenitor o progenitora a proporcionar la muestra necesaria, lo que hace que se difiera la emisión del dictamen, o bien por la falta de recursos de éstos para solventar el costo correspondiente.

Por ello, resaltó que la reforma es de gran relevancia para la niñez, ya que garantiza el derecho fundamental por antonomasia de un niño de crecer y desarrollarse bajo el cuidado y responsabilidad de sus padres.