Como nunca antes en la historia parlamentaria del país, este martes se dio a conocer una propuesta formal y concreta para reformar en un solo proceso 28 artículos de la Constitución, que representa casi una quinta parte de los 136 preceptos que contiene la carta magna que rige la vida política, económica y social de México.
Entre otras cosas, esta propuesta busca crear el Instituto Nacional Electoral; establecer la reelección; nuevos tribunales; la segunda vuelta electoral para garantizar la legitimidad en los tres niveles de gobierno; que se permita la construcción de gobiernos de coalición; y la ratificación de una parte del gabinete en el Congreso.
Este proyecto legislativo fue presentado por el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional y en voz de del coordinador de los 38 senadores, Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien dijo que el documento está apoyado por los 143 diputados federales de su partido, para lograr una reforma política se requiere la modificación de los artículos 2, 3, 25, 26, 35, 40, 41, 52, 54, 55, 56, 59, 60, 69, 73, 74, 76, 78, 81, 89, 90, 99, 102, 105, 111, 115, 116 y 122 de la Constitución.
Aquí las palabras textuales de Preciado Rodríguez: “Este día 24 de septiembre corresponde a los legisladores del Grupo Parlamentario del PAN dar un vistazo al pasado y aprender de la historia. Es por eso que hoy les quiero dar a conocer la iniciativa que presentamos los senadores y diputados que integramos los grupos Parlamentarios del Partido Acción Nacional en el Senado de la República y en la Cámara de Diputados.
“La reforma político-electoral se sustentó en un trabajo serio y responsable, de cara a los mexicanos y con la firme convicción de que México necesita una reforma estructural y con mecanismos efectivos para la elección de sus gobernantes.
“Asimismo, que la ciudadanía tenga certeza y seguridad jurídica en el voto, en las instituciones electorales y que la madurez política y seguridad jurídica aparezcan en México y sea un manjar para los mexicanos. La historia nos juzgará, pero el día de hoy estamos convencidos de que pretendemos lo mejor para todos.
“De tal suerte que se pretende crear el Instituto Nacional Electoral y en consecuencia desaparecer los institutos electorales estatales, con esto se crea un ordenamiento de carácter general que regulará las elecciones en todo el país, lo que conducirá un menor riesgo e intromisión de los entes políticos estatales, quienes son los que determinan al día de hoy quién pone y quién dispone en los órganos electorales de los estados.
“De igual forma, se establece expresamente la regulación de las finanzas de los partidos políticos, que se tendrá que hacer de manera oportuna para evitar que se desplieguen grandes excesos en los gastos de campaña, sobrepasando los límites legales que hoy no tiene mayor castigo que la posibilidad de una multa o sanción.
“Hay que señalarlo: en la reforma del PAN quien rebase los topes de campaña será causal de nulidad de esa elección y no podrá participar en un proceso extraordinario.
“Otro punto a destacar es la regulación del voto de los mexicanos residentes en el extranjero. El voto electrónico por medio del programa que garantice el voto a través de la urna electrónica que establezca el Instituto Nacional Electoral para el año 2015.
“También consideramos la transformación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el Tribunal de Justicia Electoral, desapareciendo a los tribunales electorales locales y se le dé la facultad al Congreso de emitir una Ley General de Partidos.
“Es claro y para nadie es un secreto que desde hace ya mucho tiempo todos los juicios que se litigan en los estados terminan en las salas regionales o en el Tribunal Federal Electoral, por lo que no tiene ningún sentido que los tribunales electorales sigan permaneciendo y sólo resolviendo a favor de los gobiernos estatales.
“Además, se debe crear la Ley General de Partidos que determine las normas y requisitos para el registro legal de los partidos políticos nacionales y locales, así como las formas específicas en que intervienen en los procesos electorales.
“Además, consideramos oportuno que la obligación para los partidos políticos o coaliciones privilegien al menos el 40 por ciento de candidaturas de un mismo género, procurando la paridad en el registro total de las mismas.
“De igual manera se deja en claro que las solicitudes del registro de candidatos deberán integrarse por candidatos propietarios y suplentes del mismo género.
“En otros temas importantes, destaca la reelección de legisladores, en cuyo caso los senadores hasta por una sola ocasión y los diputados federales y locales se podrán reelegir hasta en tres ocasiones, con la intención de profesionalizar los congresos estatales y federales, pero además para someternos a la consideración de los ciudadanos que estarán vigilando y atentos al trabajo que estamos desempeñando en las cámaras.
“Asimismo, proponemos que el Senado de la República ratifique al Secretario de Relaciones Exteriores y al Comisionado Nacional de Seguridad, y que la Cámara de Diputados ratifique al Secretario de Hacienda y Crédito Público.
“Aunado a lo anterior, hago mención que esta reforma planteada por el Partido Acción Nacional responde a las necesidades y exigencias planteadas por la sociedad mexicana, se trata de una reforma que incide directamente en el poder de los ciudadanos, que garantiza la pluralidad en la toma de decisiones, que obliga a los gobernantes a rendir cuentas, al tiempo que fortalece las instituciones encargadas de la organización de las elecciones.
“Sabemos que a nuestra iniciativa aún le faltan diversos obstáculos parlamentarios que superar, pero, como el fiel creyente de la discusión de ideas, siempre trae consigo claridad en los conceptos.
“Esperamos que los demás grupos parlamentarios debatan con vigor y conciencia nuestra propuesta, que contempla el INE, la reelección, nuevos tribunales, la segunda vuelta electoral para garantizar la legitimidad que nos gobierna, los gobiernos de coalición y la ratificación de gabinete.
“Esperamos entrar a un debate de altura, con respeto y con miras a tener una democracia más equitativa, más objetiva y, sobre todo, que realmente represente la voluntad de los ciudadanos”.