Hoy más que nunca está en riesgo la seguridad alimentaria del país, pues para nadie es un secreto que el campo mexicano vive una de las situaciones más difíciles, producto de diversos factores que inciden negativamente en la generación de condiciones que promuevan su sustentabilidad, desarrollo y competitividad, aseguró la senadora Sonia Mendoza Díaz.
Al considerar que dicha situación está presente de manera generalizada en México, la legisladora panista hizo hincapié en las precarias circunstancias de “quiebra técnica” por las que atraviesan los productores agrícolas de riego de los municipios de Villa de Ramos, Salinas y Santo Domingo, San Luis Potosí, quienes carecen de la capacidad económica para liquidar obligaciones financieras, como el servicio de energía eléctrica, así como la ausencia de los insumos indispensables para poder generar las ganancias que permitan superar dicha insolvencia.
Luego de que el pasado 6 de enero ―en ocasión de la conmemoración del 99 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria de 1915― el Presidente de la República adelantó que en el próximo periodo ordinario de sesiones presentará al Congreso de la Unión una iniciativa para impulsar una “profunda reforma” al campo, tendiente a “actualizarlo a los tiempos que vivimos y convertirlo en un sector económicamente competitivo”, la integrante de la Comisión de Estudios Legislativos, Primera, confió en que pueda ser ésa la oportunidad para generar una salida a tal problemática.
No obstante, “las autoridades deben reconocen que resulta necesario construir una solución que trascienda el cortoplacismo y que asuma corresponsabilidad respecto de los retos que enfrenta el campesinado mexicano”, precisó.
El tal sentido, la senadora panista recomendó “una agenda mínima” que consistiría en: resolver el problema de la cartera vencida de los productores; facilitar líneas de crédito verdaderamente accesibles; flexibilizar las reglas de operación de los programas para apoyar componentes realmente requeridos por los beneficiarios; normar los precios a los productos con base en la oferta, la demanda y los costos de producción.
Asimismo, indicó que es necesario proteger la base productiva nacional ante la competencia desleal, acotando el desmedido deseo de las empresas por obtener ganancias al comercializar alimentos de cualquier parte del mundo, sin importarles si al hacerlo descapitalizan al pequeño productor mexicano, además de llevar a cabo un proceso de revisión legislativo para determinar las reformas que hagan más efectiva la persecución de los delitos que merman el patrimonio de los campesinos de nuestro país.
Superar la insolvencia de pagos, aseguró la legisladora potosina, detonará el sector agrícola como un importante motor de la economía nacional y dignificará el acceso de los ciudadanos mexicanos en condición de vulnerabilidad social a una política pública que los incluya, los respete y que haga del campo un sector que compita en condiciones económicas equitativas y que sea productivo sustentablemente.
“Estamos a tiempo de rescatar la cultura de riego, incentivar la salud y competitividad de la base productiva nacional y no caer, como país, en una situación de dependencia alimentaria”, concluyó Mendoza Díaz.