La escasa generación de ofertas de empleo en el país, afecta de distinta manera a hombres y mujeres, debido a los roles de género en el trabajo y al desequilibrio de poder, por lo que las mujeres son más vulnerables y frecuentemente sufren discriminación laboral, advirtió la senadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Ante ese escenario, presentó una iniciativa para crear una ley que regula el otorgamiento de un subsidio a las mujeres trabajadoras. El proyecto destaca que las trabajadoras beneficiadas recibirán un pago mensual, equivalente al 30 por ciento del salario base de cotización, hasta por tres años; y para inscribirse tendrán prioridad las mujeres que sean jefas de hogar.
El número de mujeres que se hacen cargo de un hogar ha aumentado durante los últimos 14 años. En el año 2000, 20.63 por ciento de las familias mexicanas estaban bajo este esquema; la cifra aumentó hasta 24.63 por ciento en el 2010, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
La senadora del Partido de la Revolución Democrática dijo que la propuesta de ley busca disminuir el problema de las mujeres trabajadoras en el país, ya que actualmente no existen acciones de parte del Estado que combatan la desigualdad en el acceso y permanencia de las mujeres en el empleo.
La iniciativa establece que las candidatas a recibir los beneficios del subsidio deben tener entre 25 y 60 años, ingresos mensuales por debajo de la línea de bienestar que establece el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, y estar inscritas en el Seguro Social, al corriente con sus cotizaciones.
La senadora Lorena Cuéllar precisó que se necesita invertir recursos para que las mujeres logren tener un trabajo formal y puedan conservarlo, como un paso importante para que tengan mayores oportunidades de acceder a distintos derechos, como la seguridad social y la salud.
Se busca romper el círculo vicioso de la producción generacional de la pobreza --que afecta más a las mujeres-- mediante la implementación de este subsidio que tiene un antecedente exitoso en la República de Chile, uno de los países de América Latina con mayor liderazgo en materia de superación de la pobreza.