Las tierras raras son un grupo de metales con propiedades eléctricas, magnéticas y electrónicas excepcionales, de alto valor estratégico en el mundo porque son fundamentales para la sustentabilidad energética del futuro.
Presentes en formaciones geológicas antiguas, incluyen 17 elementos químicos: escandio, itrio y los 15 del grupo de los lantánidos: lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. Todos se describen en la parte baja de la tabla periódica de los elementos.
“Tienen aplicaciones en aerogeneradores eólicos, automóviles eléctricos e híbridos, equipos de comunicación y superconductores. Se usan también en sistemas de grabado, impresión y lectura de discos compactos y captación de sonido en micrófonos miniatura”, afirmó Lorenzo Martínez Gómez, investigador del Instituto de Ciencias Físicas (ICF) de la UNAM.
Financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la comisión del ramo de la Cámara de Diputados, el doctor en física encabeza un consorcio de científicos y empresarios para buscar en México tierras raras e iniciar su explotación.
Además del ICF, participan en el proyecto académicos de la Universidad Autónoma de Morelos y empresas nacionales y extranjeras vinculadas al Parque Científico y Tecnológico de la entidad.
“Un aerogenerador eólico grande requiere de varias toneladas de material magnético hecho con aleaciones de tierras raras como el neodimio o el praseodimio. Miles de toneladas de aleaciones magnéticas de tierras raras son requeridas para la industria automotriz actual, con mayor medida en los vehículos eléctricos e híbridos, mientras que millones de teléfonos celulares vibran y suenan gracias a la acción de diminutos magnetos de tierras raras”, detalló Martínez Gómez.
Gran demanda y altos precios
El crecimiento mundial de las energías sustentables, la informática y las telecomunicaciones ha provocado gran demanda de minerales de tierras raras debido a las políticas de fomento energético limpio en muchos países.
Los precios de estos insumos en los años recientes han tenido incrementos de entre 200 y 600 por ciento, según la escasez de cada mineral. China es el primer productor de minerales y aleaciones de tierras raras y alcanza el 97 por ciento de la producción mundial.
En tanto, Estados Unidos, Corea del Sur, Dinamarca, Gran Bretaña, Afganistán, Nueva Zelanda y varios países de África han encontrado importantes yacimientos, de gran interés para las grandes empresas mineras del mundo.
Riqueza en Oaxaca e Hidalgo
Asesorados por investigadores del Instituto de Geología (IGL) de esta casa de estudios, Martínez y su grupo iniciaron en 2013 un intenso trabajo del consorcio para ubicar y analizar formaciones geológicas mexicanas con tierras raras.
Las encontraron en lo que hace mil millones de años fue el microcontinente Oaxaquia (descrito por Fernando Ortega Gutiérrez, investigador emérito del IGL), una región que va de Oaxaca a Tamaulipas y en la que hay abundancia de rocas del grupo de pegmatitas, que las contienen.
La primera etapa del trabajo de campo incluyó seis estados: Oaxaca, Hidalgo, Coahuila, Durango, Sinaloa y Sonora. “Tuvimos una etapa muy exitosa en la exploración. Logramos conseguir los minerales, traerlos al laboratorio y medirlos para saber cuánto hay”, comentó.
Una segunda parte del estudio se centró en la metalurgia extractiva, para probar cómo obtener las tierras raras de las rocas.
“Con cinco milésimas que se encuentren de tierras raras el proyecto ya es económicamente interesante. En Oaxaca hallamos concentraciones del 10 al 15 por ciento y en Hidalgo de cuatro a cinco por ciento. En Coahuila, Sonora, Sinaloa y Durango también llegaron al cuatro por ciento. Son concentraciones adecuadas para justificar inversiones mineras”, abundó.
En la próxima etapa el consorcio seguirá con la exploración en Baja California y en el norte de Chihuahua.
Chatarra electrónica, fuente de insumos
Aunque esta primera búsqueda ha mostrado que México es rico en tierras raras, otra fuente de estos insumos se encuentra en la chatarra electrónica, cuya explotación lidera Corea del Sur.
“Nuestro país produce cerca de 300 mil toneladas anuales de desechos de televisores, computadoras, teléfonos celulares y componentes automotrices que contienen una variedad de piezas reciclables de alto contenido de tierras raras, pero el reto es desarrollar metodologías económicamente viables para extraer los insumos”, finalizó.