Los países de América del Norte necesitan compartir mejores prácticas en normatividad, gobierno abierto, legalidad, Estado de derecho, migración y seguridad, aseguró el embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne.

Durante el segundo día del foro “México en el Mundo, Diagnóstico y Perspectivas de las Relaciones Internacionales, dijo que Estados Unidos está dispuesto a colaborar con México en todas estas áreas y en la lucha contra la corrupción y la criminalidad.

El embajador destacó que este tipo de foros son claves para “mantenernos conectados, entendernos mejor y encontrar áreas de trabajo común”.

Nos gustaría definir nuestra colaboración para que tenga mayor impacto. Trabajar juntos en estas áreas para promover la prosperidad y el crecimiento económico nos hará a todos más seguros”, apuntó.

Wayne afirmó que económicamente, América del Norte es una de las regiones más integradas del mundo, pero, dijo, se requiere usar esos lazos para ser competitivos, trabajar juntos para hacer crecer a nuestras economías, “quitando impedimentos al comercio, preparando a nuestra fuerza laboral, combatiendo problemas globales como la corrupción, trata de personas o la inseguridad cibernética, y defendiendo la democracia en el mundo”.

En el panel “Los retos de la integración norteamericana: Las relaciones con Estados Unidos y Canadá, el embajador expresó que “si queremos competir en el mercado global tenemos que facilitar el comercio y la inversión a través de nuestras fronteras”.

Expresó que el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) abrirá mercados importantes en Asia para México, Estados Unidos y Canadá y traerá estándares más altos y esto será visible en la agricultura, la manufactura y la propiedad intelectual, por lo que el convenio es una oportunidad monumental para América del Norte.

La senadora Marcela Guerra Castillo destacó que a 20 años del Tratado de Libre Comercio se han logrado proporcionar a la región de América del Norte una certeza e identidad por la innegable integración de cadenas productivas entre los tres países.

El convenio, dijo, ha sido instrumento para implementar mecanismos y acercamiento gubernamental trilateral, que han sido útiles como ejercicio de cooperación y disposición para avanzar hacia una región más competitiva.

Thomas D´Aquino, jefe ejecutivo de Intercounsel Ltd, señaló que México debe cambiar el enfoque tradicional de su política exterior para favorecer un desarrollo democrático y fortalecer los derechos humanos.

Asimismo, aseveró que Estados Unidos tendría que relacionarse primordialmente con los países que conforman Norteamérica, Canadá y México, por las ventajas que representa, que no son comparables con ningunas de algún otro bloque de naciones en otra parte del mundo.

Quiero felicitar al Senado por este excelente foro, es bueno saber que exista un debate en México acerca de estos temas, los cuales son el futuro de la política extranjera, expresó.

Michael Shifter, presidente del Think Tank Diálogo Interamericano manifestó que Estados Unidos tiene políticas pendientes en su relación con países de Norteamérica, en temas de inmigración y el tráfico de drogas y lo que puede ayudar a resarcir esa situación es una integración con Canadá y México, mediante la modificación de los esquemas que existen en cuanto a movimiento de personas.

También agradezco y felicito al Senado de la República por organizar este foro, pues me parece sumamente importante y viene en un buen momento, expuso.

Arturo Sarukhán, ex embajador de México en Estados Unidos, consideró que la región más importante para la inserción de México en el mundo, es Norteamérica. No obstante se tienen que mejorar las condiciones de intercambio comercial entre ambos países pues las actuales no son las idóneas para el comercio que representa 1.4 mil millones de dólares diarios.

Detalló que el marco regulatorio del Tratado de Libre comercio debe modernizarse porque está rebasado y aseveró que Estados Unidos debe apoyar su desarrollo en Norteamérica, porque el futuro de las tres naciones depende de ello.

Andrew Selee, vicepresidente para Programas del Woodrow Wilson Center, destacó que el ámbito económico seguirá siendo el eje central de la relación, pero la seguridad pública formará parte de la agenda porque “compartimos grupos criminales, que viven de los dos países, corrompen y afectan a comunidades de ambas naciones”.