Antes de que concluyera el periodo extraordinario de sesiones a que convocó el Senado de la República para que PRI, PAN y PVEM consumaran la aprobación de la reforma energética en México, el senador hidalguense Isidro Pedraza Chávez trajo a la tribuna parlamentaria el recuerdo de la carta que envió el pueblo al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río.
“Señor presidente, la patria está orgullosa por la decisión que usted ha tomado en este conflicto con las empresas petroleras extranjeras. Como el 5 de mayo de 1862, la armas del supremo gobierno se han cubierto de gloria, hoy podemos decir que las instituciones nacionales se han cubierto de gloria”.
Esta fue la cita textual de aquel tiempo que leyó el senador Pedraza este lunes 21 de julio del 2014, poco antes de que la mayoría de legisladores declarara en este recinto que las nuevas reglas para la extracción, explotación, distribución y venta de los recursos energéticos de México se podrán realizar con participación de empresas privadas nacionales y extranjeras.
Pero el legislador perredista anunció también desde la tribuna parlamentaria que “desde hoy iniciamos la batalla en la que le preguntaremos al pueblo en consulta y entonces será el combate que definirá esta lucha”.
Fue aquí cuando al expresar su voto particular en contra del dictamen que expide las leyes de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética y de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos, el senador hidalguense sacó la carta del general Cárdenas Del Río leyó la carta dirigida por los mexicanos de aquella época al general Lázaro Cárdenas, en la que millones de mexicanos se le entregaron por la lucha emprendida para expropiar la industrias petrolera que ahora, tal parece, regresará a los anteriores administradores de la riqueza nacional.
“El día de hoy hemos sido derrotados en el Congreso por una fuerza numéricamente superior, pero sabemos que esa mayoría no son todos los mexicanos y no tiene la razón y que esta derrota no es definitiva”, expresó Pedroza Chávez y concluyó: “Las leyes castran y los castrados no pueden aspirar a ser hombres”.