Por Guillermo Pimentel Balderas
Marco Antonio Ortiz Salas, dirigente de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC), alertó que jóvenes campesinos ya no quieren trabajar la tierra y crece su incorporación a grupos delincuenciales ante la falta de oportunidades en sus comunidades.
Al inaugurar los trabajos del encuentro nacional de jóvenes campesinos, el secretario general de la CODUC señalo que únicamente un 20% de los jóvenes, hombres y mujeres, se quedan a trabajar en el medio rural, el resto 80% abandona sus comunidades para dirigirse a ciudades urbanas ó a intentan cruzar, de indocumentados, a Estados Unidos.
Ante jóvenes de 29 estados del país, Ortiz Salas achacó la migración de jóvenes a la falta de oportunidades e ingreso en sus comunidades, pues en estados del sureste del país como Chiapas perciben salarios de entre 40 y 45 pesos diarios por jornadas de 12 horas, mientras que en entidades productoras como Guanajuato o Sonora, reciben ingresos entre 70 y 80 pesos diarios.
Marco Antonio Ortiz Salas, reprochó al Gobierno Federal no publicitar ampliamente los programas de apoyo productivo a los que pueden tener acceso este sector poblacional, de ahí que los jóvenes campesinos se vean obligados a abandonar sus lugares de origen.
A juicio del dirigente de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas en México aseguró que vivimos de “ocurrencias y no de políticas públicas” que permitan mejorar los niveles de vida en el medio rural.
Tan es así, comentó, que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo al promediar los salarios mensuales en 72 países, resulta que México se ubica en el escalón número 58, sólo 15 posiciones arriba del que peores sueldos da a sus trabajadores. Según este estudio, el monto que percibe un trabajador en México, en promedio al mes, es de 609 dólares (8 mil 247 pesos).
También, hizo énfasis en la falta de mano de obra en el campo pues esto representa una disminución en los niveles de productividad de alimentos, situación que afecta a la soberanía alimentaria.
“De continuar esta situación nuestro país dependerá de 5 empresas trasnacionales para adquirir los alimentos para los más de 112 millones de mexicanos”.
Por ello, demandó suficientes programas y recursos para arraigar a los jóvenes en sus comunidades y evitar su migración para engrosar los cinturones de miseria en las ciudades urbanas o unirse a los grupos delincuenciales donde en promedio de vida de los jóvenes de máximo 35 años.