Concluyen los trabajos de la LXI Legislatura y aunque se han dado avances en el reconocimiento de la necesidad de libertad municipal efectiva, el Congreso de la Unión dejó pasar la oportunidad de fortalecer a los municipios.
Inmersa en un centralismo asfixiante, la Cámara de Diputados obstaculizó todo intento por otorgarle -en forma subsidiaria- los instrumentos para alcanzar su autonomía y los espacios de libertad en lo político, lo fiscal y lo administrativo, afirmó categórico el senador Ramón Galindo Noriega.
“La deuda que hereda el órgano legislativo representará un costo muy alto para los municipios y para sus comunidades, ante una realidad agobiante que se traduce en un futuro incierto por las decisiones y caprichos de los ejecutivos estatales, su dependencia de las transferencias federales, endeudamientos adquiridos que son insostenibles, recursos fiscales limitados e insuficientes y, sobre todo, la imposibilidad de que el ciudadano evalúe el trabajo de sus autoridades municipales”, puntualizó.
El senador por el estado de Chihuahua lamentó que en la Cámara de Diputados prevaleciera el disimulo hacia la fragilidad y debilidad que padece el municipio, cuando es un hecho que en la actualidad la institución municipal en México está destinada al fracaso.
“La falta de atribuciones, de potestades fiscales y, sobre todo, para definir nuevos y mejores modelos de organización ciudadana, hoy le significa al Estado un lastre del que es necesario librarle”, refirió categórico Galindo Noriega.
Prueba de ello, destacó, fue la negativa de la Cámara baja, en la reciente aprobación de la Reforma Política, para devolver a un espacio más cercano a los ciudadanos –en sus estados–, los instrumentos de decisión que les permitirían definir la forma como debían integrarse los ayuntamientos y, en todo caso, decidir sobre la continuidad o no de un gobierno local.
El rezago que padece la institución municipal en México, donde los indicadores macroeconómicos no reflejan la realidad ni el drama que enfrentan las comunidades del país, se palpa en la disparidad diametral en las condiciones de vida que prevalecen en los 2,442 municipios.
Se quedan pendientes las reformas que permitirían a los ciudadanos evaluar a sus autoridades y, en su caso, decidir su continuidad; así como también la revocación de mandato a nivel local, (Propuesta en la iniciativa de reforma al artículo 115 constitucional).
Se queda pendiente la reforma constitucional –aprobada en el Senado– que establece los principios de subsidiariedad, corresponsabilidad, coordinación y cooperación como ejes rectores de las relaciones entre los órdenes de gobierno, a fin de llevar las atribuciones para el ejercicio de funciones y la prestación de servicios públicos al ente de gobierno más cercano a los gobernados.
Esta reforma representa un logro histórico, ya que es la primera modificación al artículo 124 constitucional desde la promulgación de la Ley Fundamental en 1917, sin embargo, “los diputados dejarán la minuta enviada por la Cámara alta en el tintero”, afirmó el también Presidente de la Comisión de Desarrollo Municipal.
Galindo Noriega recordó que se quedan pendientes las reformas que permitirían vincular la economía local con el presupuesto del gobierno municipal, así como aquellas que buscan un trato fiscal diferenciado con las comunidades más productivas, al permitirles retener alguna proporción de los recursos fiscales que percibe la Federación de la propia comunidad. (Propuestas en iniciativas de reforma a los artículos 115 y 122 de la Constitución –2009– y a la Ley de Coordinación Fiscal –2010–).
Se queda pendiente la aprobación de una iniciativa de ley realmente vanguardista que establece las Bases de Coordinación y Concurrencia Intergubernamental para la Federación, Entidades Federativas, Municipios y Demarcaciones del Distrito Federal, a fin de establecer un método que permita dar un trato diferenciado a las comunidades tan diversas que integran al país, de manera que aquellos municipios que puedan y quieran conquistar mayores espacios de libertad y responsabilidad, lo puedan hacer, y aquellas que aún no están listas para ello, puedan recibir el apoyo subsidiario, efectivo y focalizado de los otros órdenes de gobierno.
El diagnósico de la situación que prevalece en los municipios reporta su alta dependencia de las transferencias federales, su tendencia creciente al endeudamiento y limitaciones legales para generar recursos propios; y si a esto agregamos que su escaso presupuesto no se aplica necesariamente en la inversión en obras y servicios, sino para pagar a proveedores, aguinaldos y sueldos, tenemos el escenario perfecto para el caos financiero local, y esto –aseveró Galindo Noriega– “es una bomba de tiempo que no tarda en estallar”.
“Por lo anterior, es que seguiremos insistiendo, desde los ámbitos institucionales, públicos, privados o académicos que sea preciso, en llevar al espacio más cercano a los gobernados, el municipio, las libertades que realmente empoderan a los ciudadanos y harán la diferencia que finalmente podrá llevar a México a un nuevo estadio de desarrollo”, expresó Galindo Noriega.
“Todas estas irregularidades, y más, las seguiremos viendo mientras no cambiemos el rumbo de la institución municipal y de nuestras propias comunidades, esas que por ahora, tendrán que seguir esperando”, finalizó.