En México, el 15 por ciento de las autopartes que se comercializan como originales son piratas, lo que genera pérdidas por 18 mil 750 millones de pesos, según la Asociación Nacional de Representantes, Importadores y Distribuidores de Refacciones y Accesorios para Automóviles, denunció el diputado Leobardo Alcalá Padilla.
El integrante de la Comisión de Comunicaciones destacó que las piezas que abundan en el mercado ilegal son los filtros, baterías, balatas, pastillas de frenos, frenos de tambor y partes electromecánicas, entre otras.
Subrayó que a pesar de las implicaciones negativas su consumo persiste. “La situación ha llegado al grado de que los mecánicos recomienden su compra, ya que el precio es menor y han desarrollado la habilidad para instalarlas”.
Mencionó que de acuerdo con una encuesta de Acción Empresarial para Detener la Falsificación y la Piratería (BASCAP), el 5 por ciento de los mexicanos consumen autopartes pirata; al 43 por ciento le es indiferente comprar originales o copiadas, y para el 15 por ciento las piezas que se encuentran en el mercado son falsas.
Por ello, presentó en la Comisión Permanente un punto de acuerdo para que la Procuraduría General de la República (PGR) y el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) intensifiquen sus acciones para combatir la piratería y el contrabando de autopartes.
Alcalá Padilla mencionó que la piratería es un fenómeno que afecta el crecimiento económico, ya que limita el desarrollo de sectores estratégicos, aqueja la creación de empleos, ocasiona el cierre de pequeñas y medianas empresas, genera un aumento en la competencia desleal, incrementa la economía informal y disminuye la calidad de los productos.
Refirió que aun cuando esta actividad es un delito que infringe las leyes de la Propiedad Intelectual, la Federal del Derecho de Autor y el Código Penal Federal, “combatirla requiere un esfuerzo conjunto de las autoridades y la población”.
Para ello, el gobierno debe intensificar las acciones tendientes a combatir la piratería y dar a conocer a la sociedad los riesgos que trae aparejado el consumo de productos falsos, pues ello afecta la economía del país, planteó.
El diputado resaltó que es fundamental fortalecer la cultura de la legalidad con el objetivo de disminuir la competencia desleal y el aumento de la economía informal, así como mejorar la calidad de los productos y elevar el desarrollo económico del país.
Añadió que tras la crisis económica global de 2008 y 2009, el incremento de la piratería se elevó en un 20 por ciento, lo que trajo consigo severas afectaciones a las industrias del vestido, autopartes, software, tabacalera, vinos y licores, así como la música.
En la actualidad, abundó, el índice de consumo de piratería se mantiene alto, lo cual ha generado pérdidas por más de 950,000 millones de pesos anuales al fisco y a la economía formal.
De acuerdo con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la piratería y el contrabando son fenómenos que avanzan constantemente y la gravedad de ambos podría profundizar la aguda crisis de seguridad pública.
Además, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) mencionó que 88 por ciento de los consumidores ha adquirido productos pirata, robados o de contrabando, lo cual ha ocasionado que se reduzcan entre 50 y 80 por ciento los ingresos de pequeñas y medianas empresas de las industrias del vestido y la automotriz, las cuales son claves para la economía nacional.