El titular de la Unidad de Evaluación y Control de la Auditoría Superior de la Federación, Alejandro Romero Gudiño, informó que dos de cada diez auditorías practicadas en funciones de Gobierno tuvieron dictamen negativo y cuatro de cada diez fueron opiniones con salvedades por irregularidades determinadas.
Indicó que este análisis permitió detectar que hay un vínculo directo que va del crecimiento de la deuda pública a las crisis económicas recurrentes, y se constató el acelerado aumento de la deuda pública del Gobierno federal al pasar de 2.3 a 5.1 billones de pesos entre 2006 y 2011.
Dijo que los auditores identificaron alertas en la evolución de la deuda subnacional, en donde 13 estados concentran el 81.4 por ciento de las obligaciones financieras.
Además detectaron permanencia de subejercicios no subsanados y discrecionalidad en transferencias y adecuaciones, todo esto sumado a la ineficiencia de ingresos tributarios para financiar el gasto público.
De igual modo, descubrieron baja capacidad de recuperación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en materia de créditos fiscales; opacidad en la determinación de subsidios a la energía eléctrica, y la estimación del efecto total del costo de la reforma al sistema de pensiones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de 2008, ubicado en 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2008.
El funcionario de la ASF resaltó que otras funciones de gobierno destacaron temas como las irregularidades en Gobernación en materia de supervisión y vigilancia de las casas de juego; la falta de una política integral de combate a la corrupción; el incumplimiento de las funciones de inspección y vigilancia de la construcción de la “Estela de Luz”.