Por Salvador Flores Llamas
El lunes 240 alumnos de primaria y prescolar de la Nueva Jerusalén debieron ir a clases a los poblados cercanos de Puruarán y La injertada, tras de que el lunes anterior seguidores del “obispo” Martín de Tours impidieron el inicio del ciclo escolar y el 6 de julio demolieron la escuela primaria y quemaron dos aulas del jardín de niños, dizque porque la enseñanza laica va contra las tradiciones y formas de vida de ese pueblo de Michoacán.
Eso puede encender más el problema en ese sitio del municipio de Turicato, a 170 kilómetros de Morelia, donde el cura de Puruarán Nabor Cárdenas Mejorada fundó una comunidad disidente de la Iglesia Católica en 1973, porque la campesina Gabina Romero Sánchez recibió la orden de la Virgen del Rosario en una visión.
So pretexto de que estaba próximo el fin del mundo, se hizo llamar “papá Nabor” por un grupo de elegidos que deberían evitar toda influencia externa, si querían salvarse, y seguir sus reglas, que fue haciendo cada vez más estrictas, como asistir a cuatro rezos diarios, no casarse ni tener novia, que las mujeres usen vestidos de la cabeza a los pies y obedecerlo ciegamente.
Noé se escudaba en decir que era pariente del general Lázaro Cárdenas, sin ser desmentido y en que los candidatos del PRI y después del PRD a gobernar Michoacán le pedían los votos de sus fieles; por lo que era impune a cualquier sanción, podía aplicar los castigos que deseara y se rebeló contra el obispo de Tacámbaro, D. Abraham Martínez Betancourt, quien no tuvo sino excomulgarlo en 1978, porque, además, él mismo ordenaba a sus ”obispos” y sacerdotes.
La también llamada ermita de la Nueva Jerusalén se enfrenta al problema de que muerto “papá Nabor” en 2008, se autonombró su sucesor Martín de Tours, a quien le disputa el control de la comunidad el “obispo” Santiago; a que el anuncio del fin del mundo resultó fallido y el actual gobernador Fausto Vallejo Figueroa les retiró todo apoyo por los problemas que le crean.
Los “expertos en religiones” salieron con que el ataque a la libertad de enseñanza es culpa de la Secretaría de Gobernación por no someter a esa agrupación religiosa, que debe estar registrada ante ella; registro que Nabor nunca efectuó, solapado por las autoridades michoacanas.
Ya intervino la SEP para trasladar a los niños de prescolar y primaria a escuelas de Puruarán y La Injertada y darles desayunos escolares. Mas esto no es más que el principio del fin de la Nueva Jerusalén que, con el escándalo de la disputa entre los “obispos” Martín de Tours y Santiago, que se hacen llamar “santos”, el gobierno debe cerrar las cárceles clandestinas y frenar tantas arbitrariedades a que someten a sus “fieles”.