“El secuestro de los procesos electorales y la inequidad de los tiempos en radio y televisión no acaban con esta reforma”, señaló el Senador Manuel Bartlett Díaz al dar el posicionamiento del Partido del Trabajo en contra de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
“Le llaman ´híbrido´ al esperpento, pero el esperpento es una centralización de responsabilidades que corresponden a los estados”, así fue como calificó Bartlett Díaz el dictamen de la reforma política.
Agregó que: “en el Senado de la República estamos en un proceso de centralización constante, no obstante que aquí representamos a los estados, no a Enrique Peña Nieto”.
De forma contundente declaró: “esta reforma no elimina el poder de los gobernadores para manipular las elecciones, dado que esa capacidad la otorgan los partidos políticos al negociar extraoficialmente las reglas no escritas con los mandatarios estatales”.
Con respecto al modelo de comunicación política, el Coordinador de los senadores petistas advirtió la falta de regulación para lograr equidad en la promoción y propaganda que permita una contienda electoral en igualdad de condiciones para todos los candidatos y así brindar certeza.
Como un “berrinche del PAN”, así consideró el origen de esta reforma, al señalar que Acción Nacional intercambió su voto en la Reforma Energética por estas modificaciones al sistema electoral.
Denunció la intervención del Ejecutivo en las facultades del Senado, a través del Subsecretario de Gobernación y del Consejero Jurídico de la Presidencia, “estuvieron aquí redactando los dictámenes”, y exhibió una vez más, que el dictamen fue elaborado fuera de comisiones en negociaciones extraoficiales violando la ley orgánica del Senado.