El subsecretario de Agricultura, Mariano Ruiz-Funes Macedo, aseguró a los diputados federales con quienes se reunió, que la sequía todavía no tiene un impacto en el sector agrícola, aunque reconoció que el ganadero sí tiene afectaciones en Zacatecas, San Luis Potosí, Durango, Chihuahua y Coahuila, pero “las estamos atendiendo”.

Indicó que el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Servicio Meteorológico Nacional, la Comisión Federal de Electricidad y las agencias de Estados Unidos y Canadá siguen pronosticando un 80 por ciento de probabilidades de un año normal en materia de precipitación pluvial.

Precisó que cerca del 70 por ciento de las siembras de primavera-verano se llevan a cabo entre junio y julio, por lo que se está a tiempo para realizarlas con el temporal correspondiente. “Estamos pronosticando para junio, julio y agosto un año normal en materia de precipitación pluvial”.

“Hasta hoy tenemos afectaciones reportadas en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Estado de México, donde normalmente se siembra en abril y mayo”.

Dijo que según un reporte preliminar se habla de cerca de 89 mil hectáreas afectadas, “no es grave en un contexto nacional; hay riesgo, estamos en una fase crítica, pero todavía no tenemos afectaciones importantes a nivel agrícola”.

Señaló que la falta de flexibilidad en el presupuesto no permite atender proyectos especiales, como es el caso de las contingencias, “hoy claramente hemos tenido muchos problemas para hacer reasignaciones del presupuesto para atender las contingencias de las heladas”.

Puntualizó que sumando todos los productos agrícolas, para 2011 originalmente se estimaron 180 millones de toneladas, sin embargo, obligó a una reestimación a 176 millones de toneladas.

Subrayó que por el efecto de las heladas en el norte del país, en el caso de granos hubo una reducción, pasando de 39 millones de toneladas a 37, fundamentalmente lo correspondiente al maíz de Sinaloa; en el caso de hortalizas hubo una pérdida de un millón de toneladas.

“En el resto de los cultivos se mantuvo una estabilidad en la producción; estamos pronosticando en términos generales una estabilidad entre lo que se programó y la estimación revisada, lo que significa un incremento con respecto a 2010”.

Resaltó que el comercio exterior, en el caso de frutas, tuvo un crecimiento constante de 7.6 por ciento y un crecimiento moderado de las importaciones de 1.2 por ciento. “Vamos cerrando la brecha del comercio exterior, en este caso vamos incrementando el superávit”.

Refirió que el apoyo al diesel no representa un buen programa, ya que ha tenido una serie de efectos negativos, como son uso excesivo de desvío de recursos, problemas de control, “este programa es regresivo, tanto o más que Procampo”.