El presidente de la Senado de la República, Raúl Cervantes  Andrade, no halla como salir del embrollo político y amainar el escándalo que alimentó con esa denuncia de “hechos” que presentó ante la Procuraduría General de la República, respecto a la supuesta presencia de “caballeros templarios” en el recinto a su cargo. Aquí sus cantinflescas palabras textuales:

“La denuncia, es una denuncia de hechos, no hay una imputación de nadie y trascribe los hechos que sucedieron y que son del dominio público, que los medios de comunicación recabaron y lo único que se está haciendo es, el Ministerio Público determinará si hay elementos para una investigación o no, pero ya está en sus funciones, no en la nuestra.

PREGUNTA: “Ellos (los que estuvieron en el Senado el 17 de octubre) están reclamando más que nada a la senadora, porque  señalaba a este grupo de personas.

RESPUESTA: “Ese es un asunto de la senadora, no del Senado de la República. El Senado de la República lo que dio es una denuncia de hechos, sobre la presunta implicación, por las declaraciones que se hicieron…”

¿Quéeeeeeeeeee dijo?