La venta de armas de fuego en los Estados Unidos se ha incrementado desde el 2004, asunto que ha sobrepasado sus fronteras y afecta de manera particular a México, principalmente en la frontera con esa nación, advirtió la senadora Ludivina Menchaca.
Agregó que la venta de productos bélicos en la Unión Americana es un negocio muy redituable, porque representa la entrada anual de millones de dólares para la economía local y por eso nadie se atreve a levantar la voz, a pesar de la muerte de 12 personas en una sala de cine.
Por ello la legisladora por Quintana Roo presentó un Punto de Acuerdo en la Comisión Permanente para que la Secretaría de Relaciones Exteriores reitere al Gobierno Estadounidense, lo más pronto posible, la ratificación de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros materiales relacionados.
Subrayó que la consternación causada por el fallecimiento de un grupo de personas causado por un individuo que compró armas legalmente en Estados Unidos, sirvió para que los estadounidenses comiencen a cuestionar la política que su gobierno ha llevado en cuanto a la venta de armas de fuego.
Dijo que el gobierno norteamericano no ha puesto ninguna atención al Programa de Acción para Prevenir, Combatir y Eliminar el Tráfico Ilícito de Armas Ligeras, adoptado recientemente por la Organización de las Naciones Unidas.
“De haberlo hecho se restringiría la venta legal de armas y municiones que pasan sin ningún tipo de control o vigilancia, como las que adquirió el desequilibrado mental, que compró un arsenal de manera legal para después cometer su atroz crimen, abriendo fuego contra el público, causando pánico y terror una vez más entre la sociedad estadounidense”, recalcó.
Refirió que en la frontera entre México y EU, existen alrededor de 12 mil permisionarios de venta de armas, de un total de 100 mil armerías en toda la Unión Americana, y 6 mil 700 sitios de venta al menudeo, entre tiendas y casas de empeño, de un total de 55 mil en ese país.
“Las fronteras de Arizona y Texas son el paraíso de los traficantes que introducen a México la mayoría de las armas que utiliza el crimen organizado, por las facilidades que hay en la región para adquirir armas cada día más letales y poderosas y municiones sin límite”, precisó.
Al asegurar que la política de venta de armas en los Estado Unidos debe revisarse con la intención de mitigar su efecto negativo y la nefasta influencia que tiene en la inseguridad que actualmente vive nuestro país, la senadora del Partido Verde reiteró que la Cancillería ratifique la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, adoptada por la OEA, para combatir y erradicar los efectos nocivos de estas actividades, ya que Estados Unidos está poniendo en riesgo el bienestar de los pueblos, su desarrollo socio-económico y su derecho a vivir en paz.