La Cámara de Diputados aprobó que la extensión de un área natural protegida y sus zonas pueda ser modificada, siempre que la superficie total no sea menor a la establecida en el decreto original.
Con la adición de un párrafo al artículo 62 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, también se menciona que únicamente podrán realizarse modificaciones a los usos del suelo para elevar el grado de protección a los recursos naturales existentes.
El documento refiere que con la ley actual, si en este momento la autoridad intentara favorecer intereses contrarios a los principios de conservación y sustentabilidad a fin de disminuir la superficie protegida dentro de una poligonal sus actos se encontrarían jurídicamente permitidos al no existir limitante alguna para reducir la extensión de áreas naturales protegidas ni redelimitar sus zonas y subzonas.
La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lourdes Adriana López Moreno, detalló que con las reformas se evitará la discrecionalidad de la autoridad al modificar la superficie de las Áreas Naturales Protegidas e impedir que se reduzca el área del polígono correspondiente.
Resaltó que las Áreas Naturales Protegidas son un instrumento de política ambiental perfectible, a pesar de que enfrentan presión demográfica y expansión de la mancha urbana, y son objeto de múltiples y diversos actos de autoridades y de particulares al margen de la ley.
Hizo votos para que el Congreso de la Unión reafirme sus ideas de transversalidad e integralidad de la legislación y de las políticas ambientales, y promueva el desarrollo sustentable para alcanzar mejores metas económicas, sociales y políticas.
La diputada Minerva Castillo Rodríguez expresó que México, por sus características climáticas y topográficas, es uno de los países con mayor diversidad; están representados todos los tipos de vegetación y existen decretadas 174 Áreas Naturales Protegidas de carácter federal.
Afirmó que estas zonas deben estar sujetas de forma permanente a regulaciones para conservar, preservar y proteger la biodiversidad, y en general, al establecimiento y administración de las mismas.
El diputado Gerardo Peña Avilés señaló que se han logrado avances en legislación ambiental y en la cultura de protección al medio ambiente, pero se han omitido programas de manejo en las Áreas Naturales Protegidas, al permitir su uso ilegal.
Puntualizó que las reformas contribuyen al reforzamiento de la normatividad ambiental al establecer límites y combatir la raíz del problema que presenta una debida conservación y restauración de dichas Áreas.
A su vez, la diputada Claudia Elena Águila Torres indicó que en México se concentra el diez por ciento de la diversidad de especies y uno de los instrumentos más importantes en la política de conservación de la diversidad biológica son las Áreas Naturales Protegidas.
Manifestó que con el dictamen se fortalecen estas áreas que han sido decretadas originalmente, es decir, se eleva su grado de protección aumentando la superficie.
El diputado Ricardo Mejía Berdeja precisó que la reforma es trascendente para cuidar el ecosistema, las áreas protegidas y evitar que el crecimiento urbano y un mal concepto del desarrollo acaben con la riqueza natural del país.
De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Diversidad, dijo, en México se pierden alrededor de 500 mil hectáreas de bosques y selvas cada año; por ello, se debe preservar y proteger la riqueza natural.
Por Nueva Alianza, la diputada Cristina Olvera Barrios argumentó que México es uno de cuatro países con mayor cantidad y diversidad de especies, animales y vegetales en el mundo; albergando entre 60 y 70 por ciento de la diversidad mundial, “situación que nos ubica como un país megadiverso”.
Resaltó que hasta hoy el único mecanismo que el Estado tiene para preservar los ecosistemas son las áreas naturales protegidas estatales, federales y municipales, por ello, “es fundamental no ceder ni un centímetro más del terreno que se debe conservar y proteger; la afectación resulta una severa amenaza a los ecosistemas”.