El senador Benjamín Robles Montoya exhortó a la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef)) y a las instituciones bancarias, a realizar una campaña de difusión para que los usuarios de tarjetas de crédito del país conozcan sobre el aumento al pago mínimo.
“Resulta indispensable que la Condusef informe a la ciudadanía en general, y a los tarjetahabientes en particular, sobre las implicaciones de estas medidas. Además de obligar a que las instituciones bancarias hagan lo mismo”, planteó el senador.
Esto ante la medida tomada por el Banco de México (Banxico) donde se estipula que desde el 4 de enero habrá un aumento al pago mínimo de las tarjetas de crédito del 1% al 1.25% aplicable al límite de la línea de crédito y 1.5% sobre el saldo insoluto resolvente, es decir, sobre el total del adeudo. Cada institución bancaria aplicará a sus clientes el porcentaje más alto para abonar a su cuenta y no generar intereses.
Robles Montoya consideró que dicha disposición de Banxico "los coloca (a los tarjetahabientes) a merced del pago de intereses que en muchas ocasiones aumentan significativamente el costo de aquello se compró", aseguró.
El senador por Oaxaca explicó que su preocupación se basa en que de un total de 22 millones tarjetas de crédito que hay en el país, sólo el 30 por ciento las utilizan en “condiciones óptimas”, es decir, cada mes cubren el total de su adeudo o el pago mínimo para no generar intereses.
Sin embargo, el 70 por ciento de los usuarios no tiene la solvencia económica para pagar los saldos mínimos, situación que genera el pago de altos intereses, colocándose en “condiciones altamente costosas”, señaló el senador del PRD.
Por ello, Benjamín Robles consideró que la medida promovida por Banxico “puede afectar a los tarjetahabientes más de lo que las autoridades contemplan, más aún si se considera que la gente que no podía cubrir en un principio con el monto mínimo ahora encontrará mayores dificultades, llegando a endeudarse todavía más”, indicó.
Precisó que se corre el riesgo de que “el cliente tenga que pagar el doble de lo que antes pagaba para evitar penalizaciones”, aún cuando el objetivo del Banco de México sea “evitar que las deudas de los ciudadanos con tarjetas de crédito se prolonguen”.