La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), atendió 25 mil 934 controversias en materia de seguros en los primeros 10 meses del 2013, de los cuales sólo el 42% se resolvió a favor del usuario.
De los asuntos concluidos, un 33% correspondieron a daños de automóviles, 29% a vida individual; 9% a accidentes personales; y 7% a gastos médicos mayores; y el resto a otros ramos y sub-ramos.
Las causas más recurrentes en contra del asegurado, denotan principalmente la falta de claridad o información insuficiente del producto contratado:
Inconformidad con el tiempo para el pago de la indemnización, 73.2 por ciento.
Inconformidad con las condiciones de preexistencia, 85.9 por ciento.
Inconformidad por enfermedad con periodo de espera, 85.7 por ciento.
Indebida recesión del contrato por supuestas omisiones o inexactas declaraciones del asegurado, 81.7 por ciento.
Injustificado rechazo por falta de documentación, 75.5 por ciento.
Rechazo por agravación del riesgo 65 por ciento.
Por ello, la CONDUSEF ha sostenido diversas reuniones con el sector asegurador, a fin de que las compañías sean más claras en la forma de publicitar los productos de seguros, y brindar al supuesto asegurado información suficiente y clara del producto que le ofertan.
Asimismo, se exhorta a los usuarios que antes de contratar cualquier tipo de seguro, tomen en cuenta los siguientes aspectos:
· Conocer la cobertura del seguro. Exactamente qué riesgos cubre y qué es lo que se está asegurando. Tienes el derecho de que se te aclaren todas tus dudas y no te pueden obligar a contratar un producto que no deseas o del cual todavía no tienes la total claridad de sus alcances y limitaciones.
· Preguntar el costo real del seguro. Algunas compañías hacen cargos fraccionados, que aparentemente son muy económicos, pero al sumar todos los pagos durante un año, es posible que se pague una prima por arriba del precio promedio del mercado. Comparar con seguros similares y entonces decidir con cual compañía asegurarse.
· Exigir la documentación contractual. Debido a que muchos seguros se venden vinculados a otros servicios, no siempre se les entrega en ese momento a los asegurados la póliza y las condiciones generales. Los asegurados tienen el derecho de exigir que se les entregue la documentación contractual, pues en ella se encuentra la descripción detallada del seguro contratado, sus exclusiones y en qué casos se puede aprovechar.
· Verificar el contrato. Es imprescindible verificar que el contrato contenga todos los beneficios que fueron ofrecidos, ya que en caso de reclamación, sólo los que estén por escrito podrán ser reclamables.
· Verificar que el seguro cubre las necesidades. Hay seguros que manejan el pago de un deducible y/o coaseguro, que en caso de un siniestro, son erogaciones que se deben hacer de forma adicional. Cada compañía cobra diferentes porcentajes. Se debe preguntar y considerar si el seguro ofrecido realmente cubre las necesidades.
· Conocer la vigencia del seguro. Ayudará saber el tiempo por el que se estará cubierto. Considerar que algunos eventos, tienen periodos de espera para hacer efectiva la reclamación de la suma asegurada. En ese caso, la compañía no podrá indemnizar. Es conveniente considerar qué periodos de espera manejan otras aseguradoras.
· Tener presentes los requisitos para cualquier reclamación. Todas las condiciones generales de los seguros deben informar los teléfonos y requisitos para la reclamación, es importante revisar con mucho detalle las exclusiones y considerar todos los supuestos por los que la compañía no podría pagar aquello que se desea asegurar.
· Considerar el tiempo de cancelación. Muchos seguros se cargan automáticamente al crédito, a una tarjeta de crédito o a la facturación de otros servicios comerciales. Generalmente, se renuevan automáticamente con cargo directo. En caso de cancelación, aunque se solicite en una fecha, la anulación del servicio se verá reflejada hasta el siguiente periodo.