Análisis del tercer informe de Peña Nieto
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, compareció ante el pleno del Senado para el análisis del tercer informe del presidente Enrique Peña Nieto y como se esperaba con el tradicional formato que data de cinco décadas, priístas y verdes se posicionaron en férrea defensa del funcionario, mientras los panistas, perredistas y petistas bombardearon con todo al Gobierno federal.
Los estrategas del tricolor lograron imponer que los primeros en pasar a la tribuna para exponer sus argumentos, fueran los más agresivos para que sus críticas, reclamos y ofensas se diluyeran a lo largo de las casi cuatro horas de discusiones y que al final prevalecieran las opiniones de la bancada priísta.
Con ese formato comenzó el encuentro entre legisladores y titular de Gobernación. Osorio Chong se sacudió las primeras finas de golpeteo, enderezadas por el senador petista Manuel Bartlett Díaz, quien le dijo de todo y hasta lo que puede ocurrir al final del sexnio.
Pero luego vino la más violenta verbal de todos los legisladores, Layda Sansores San Román, quien preparó armas, apuntó y disparó con su genialidad tono altisonante: “El presidente Peña Nieto no lo respeta a usted porque le incrustó en su equipo a dos perlas; la primera es una clara roqueseñal de hacia donde se encamina la política migratoria y (la segunda), para la prevención del delito ponen al frente un acicalado delincuente de guante verde que representa la carroña, lo podrido en este sistema”.
Esto lo expuso la senadora Sansores en clara alusión a los cargos que ocupan en este momento Humberto Roque Villanueva y Arturo Escobar en la Secretaría de Gobernación.
Y cuando a Osorio Chong le tocó el turno de tirar golpes, ofreció respuestas de contenido rutinario, nada de provocaciones, reseña de lo que hizo el Gobierno en el último año y reconociendo que “tenemos que hacer más, que no podemos quedarnos cortos y trabajar conjuntamente con el Legislativo para solucionar los problemas del país”.
Los panistas se dedicaron a expresar sus inconformidades no solo por la inseguridad en general, sino en los temas económicos y fiscales que consideran están mal encaminados, pero sobre todo dejaron la advertencia de que en el país se generaliza la preocupación del rumbo que está tomando la nación.
En este escenario los priístas cumplieron a cabalidad su posición de férrea defensa a todo lo que huela a Peña Nieto y en todo momento hicieron notar que “no se vale que se venga a decir aquí que todo en México está mal.