Por Guillermo Pimentel Balderas
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Raza, Saúl Vicente Vázquez, Secretario General de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), alertó que México enfrenta una severa pérdida de lenguas indígenas y de la biósfera, situación que nos lleva a observar cómo las nuevas generaciones de etnias se olvidan de sus dialectos, usos y costumbres así como de la conservación de la naturaleza.
El también miembro del Foro Permanente de Naciones Unidas para Cuestiones Indígenas de la Organización de Naciones Unidas, agregó que de ahí que cada vez sea más difícil revertir los efectos del cambio climático y la baja de producción alimentaria para el autoconsumo.
En una extensa entrevista, sostuvo que en México se reconocen 64 lenguas originarias de pueblos indígenas y muchas de ellas están en peligro de desaparecer, como sucede en el norte del país con el Kikapoa, Cucapa y Kiliwua, debido a que cada vez es menor el número de hablantes ante la baja de su población. “Mientras que en Oaxaca, entidad con 16 lenguas diferentes y una amplia cantidad de variables dialectales, el cholteco está en peligro de extinción.
Al hablar de la realidad dialectal y lingüística de México, el especialista destacó que en síntesis todas estas lenguas están en peligro de extinción porque ninguna actualmente está garantizada en su revitalización porque las leyes y las políticas públicas no lo promueven.
Recordó que existe la Ley General de Derechos Lingüísticos, la cual determina que todas las lenguas son nacionales, pero no se les ha clasificado como oficiales lo que demuestra una contradicción.
“El español al ser oficial obliga a una política pública con programa educativo específico pero con las lenguas indígenas al carecer de la clasificación de “oficial” no cuentan con dicha política para que se enseñen en las escuelas junto con sus variables dialectales y culturales de cada una, pues ello implicaría una reingeniería educativa y mayor presupuesto”, detalló.
Especificó que lo que el Gobierno Federal no desea reconocer es que el costo de no hacer una reingeniería educativa y de conservación de estas lenguas, es muy alto, ya que “la pérdida de una lengua es una pérdida importante de conocimientos, de manejo sustentable de recursos, pues la misma UNESCO establece que al perder una lengua se pierde todo”, acotó.
Por lo anterior, hizo un llamado urgente a garantizar las lenguas indígenas como lo hacen en países desarrollados, quienes determinan lenguas oficiales como es el caso de Suiza, nación que tiene cuatro lenguas oficiales: el suizo alemán, el francés, el inglés y el flamenco. Todas éstas las imparten en la escuela, las cuatro a la vez, y no tienen problemas de identidad ni discriminación, como sucede en México.
Saúl Vicente Vázquez, subrayó que el desarrollo de los pueblos indígenas debe ser un desarrollo con identidad y culturalmente apropiado ya que investigaciones recientes señalan que hay una interrelación entre la biodiversidad que existe y las lenguas indígenas.
El miembro del Foro Permanente de Naciones Unidas para Cuestiones Indígenas de la ONU, explicó que de acuerdo al mapa mundial, es posible observar que en donde hay mayor concentración de biodiversidad, hay una mayor concentración de lenguas.
Entonces, continuó, se demuestra que hay una interrelación por lo que cuando se pierde una lengua, se pierde una gran cantidad de conocimientos ancestrales, tradicionales y al mismo tiempo se pierde biodiversidad por lo que al debilitarla, el planeta se ubica en crisis ambiental y climática como la actual, resultado de su modelo de desarrollo económico en energías fósiles sin buscar energías renovables.
Explicó que el exceso en el uso de energías fósiles incrementa los gases de efecto invernadero y en eso ya llevamos 200 años recientes, lo que impide al planeta la posibilidad de regenerarse por lo que podemos ver que además de las pérdidas de lenguas indígenas estos pueblos que viven en la montaña o sobre el nivel del mar padecen huracanes o deshielos con problemas de adaptabilidad.
Por ello, consideró, el asunto es revitalizar nuestras lenguas indígenas para aumentar el número de hablantes pero también para conservar la biodiversidad y garantizar la alimentación en momentos en que se vive una crisis de la civilización por el modelo único neoliberal que ya demostró su fracaso.
Dijo que existe una contradicción en el modelo de producción alimentaria que busca la agro producción porque no considera que los indígenas producen para el autoconsumo y por tanto generan un menor impacto en la tierra agrícola mientras que la agro producción consolida el deterioro de la tierra por el uso de insecticidas y fertilizantes.
Esta relación, indica la urgencia de retomar el planteamiento de los pueblos indígenas de que el desarrollo para ellos significa una relación armónica con la madre tierra basada en una producción a baja escala que garantice primero la suficiencia alimentaria de todas las familias y después el excedente para el mercado.
Lamentablemente, vemos que ahora es al revés con la idea de que si tienes dinero, entonces tienes condiciones para comer, para adquirir alimentos”, concluyó.