El diputado José Luis Oliveros Usabiaga afirmó que México es el séptimo país con más “fugas de cerebros”, ya que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), poco más de 867 mil mexicanos migrantes cuentan con estudios de licenciatura y posgrados.
El presidente de la Comisión de Juventud precisó que los bajos sueldos y la insuficiente utilización del capital humano en nuestro país provocan que los mexicanos emigren a otras naciones.
Agregó que datos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) señalan que en 2014 aproximadamente 350 jóvenes mexicanos decidieron continuar sus estudios en universidades extranjeras de alto reconocimiento, financiados por este organismo, con la finalidad de enriquecer sus aptitudes personales y ampliar su área de conocimiento o investigación.
Sin embargo, a su regreso al país enfrentan una serie de candados legales que impiden o dificultan que sus posgrados sean reconocidos, bajo el argumento de que no existe un programa equivalente o por no cumplir con un criterio específico de horas-clase.
Por ello, añadió, gran parte de quienes obtienen títulos universitarios en otros países prefiere continuar sus estudios fuera de México y buscar trabajo en los mismos países que los han albergado como estudiantes.
Ante ello, propuso reformar los artículos 3, 61 y 63 de la Ley General de Educación para que se otorgue reconocimiento oficial a los estudios realizados en el extranjero que cuenten con validez en sus países de origen.
Asimismo, que la revalidación se pueda adoptar en el sistema que más favorezca al interesado.
A través de una iniciativa, Oliveros Usabiaga subrayó que de acuerdo con el Conacyt hasta el año 2012 existían 463 jóvenes científicos mexicanos que se dedican a la investigación en otros países, 292 hombres y 171 mujeres quienes se desarrollan profesionalmente en empresas e instituciones ubicadas principalmente en Estados Unidos y Canadá.
El legislador mencionó que existe un acuerdo de la SEP en el que se establecen los criterios básicos para la revalidación de los estudios cursados en el extranjero, el cual plantea que se debe cumplir con el 75 por ciento a lo existente en algún programa nacional, y en caso contrario hay una revalidación parcial.
“Esos criterios inhiben el retorno de mexicanos con estudios de educación superior, toda vez que la validez de los mismos está en entredicho por un sistema que no beneficia a la persona y mucho menos a la competitividad del país”, recalcó.
Además, dijo, existe una contradicción en los criterios de las dependencias encargadas de promover y apoyar los estudios en el extranjero, como lo es entre el Conacyt y la SEP, ya que “una apoya y fomenta la competitividad y la otra niega su reintegración como parte del capital humano del país”.
Por ello, dijo, es necesario que se reconozcan los estudios en el extranjero y que en caso de conflicto se adopte el sistema que más favorezca al interesado.
Indicó que en México hay 8.3 millones de jóvenes de 25 entre 29 años, de los cuales el 24.5 por ciento cuenta con una educación superior y solamente 2 de cada 10 mexicanos continúan con educación de posgrado.
Refirió que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la pérdida anual de mexicanos con un nivel académico de licenciatura como mínimo ascendió, durante la última década, a por lo menos 20 mil personas por año.