La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), advirtió al Congreso federal que el país se está desindustrializando, con la consecuente pérdida de mercados y empleos.
Sin embargo, los diputados federales que integran la comisión de Economía se mostraron indiferentes ante este preocupante escenario y solo se limitaron a ofrecer que estudiarán el fenómeno en los próximos meses, según comentaron algunos empresarios del sector.
En días pasados los industriales del sector manufacturero del país se reunieron con los diputados, a quienes les entregaron un estudio relativo al desarrollo de la cadena de valor metalmecánica latinoamericana correspondiente al capítulo México.
En ese documento explican con detalle que en la última década en México se ha generado una peligrosa desindustrialización, lo que conllevó a la pérdida de mercados y empleos formales.
El diputado Idelfonso Guajardo Villarreal, presidente de la Comisión de Economía, reconoció que el sector está por un mal momento, derivado de una aplicación de costos diferenciales de energía, una indebida capacidad de investigación de prácticas desleales de comercio; por una frontera porosa que inunda de productos importados o contrabandeados en detrimento de la economía nacional.
En este sentido, resaltó que la Cámara de Diputados ha adoptado una postura de defensa de la industria nacional, sin embargo, aceptó que la solución no radica simplemente en la definición de un nuevo marco legislativo, sino en la aplicación adecuada de las políticas existentes.
El diputado Melchor Sánchez de la Fuente, secretario del órgano legislativo y presidente de la Comisión Especial de la Industria Automotriz, destacó que los sectores más importantes han levantado la voz en esta desindustrialización, que de seguirse permitiendo, “llegaremos al grado de ser sólo distribuidores de productos chinos en lugar de ser productores”.
Mencionó que hay oídos sordos a las necesidades de los industriales nacionales por parte de las secretarías de Economía, de Hacienda y el Presidente de la República para atender las señales de alerta y subrayó que hace falta una política industrial que beneficie a los inversionistas.