México vive una transición epidemiológica, en la cual un sector de la población padece enfermedades de países de pobreza extrema, como la desnutrición, mientras que otro presenta obesidad y con ello los problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, cáncer de esófago, mama y riñón, los cuales se presentan en los países avanzados.
Así se reveló en el foro “La transición alimenticia y nutrición en México: entre la desnutrición y la obesidad, donde la diputada María Elena Perla López Loyo advirtió que México pronto enfrentará grave contradicción alimentaria, obesidad y desnutrición.
La legisladora inauguró el evento y dijo que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, en el país hay 52.2 millones de personas con problemas de peso.
En su calidad de presidenta del grupo de trabajo de seguimiento a la problemática de obesidad y desnutrición, señaló que el foro tiene el objetivo de realizar un encuentro interdisciplinario e interinstitucional para la identificación e instrumentación de estrategias respecto de la transición alimenticia y nutrimental de México.
Indicó que el 90 por ciento de los casos de diabetes tipo dos es generado por el sobrepeso, convirtiendo a este padecimiento en la primera razón de muerte en adultos.
Esto representa que el 39.5 por ciento de hombres y mujeres padecen sobrepeso y 31.7 presentan obesidad, es decir, aproximadamente el 70 por ciento de la población adulta tiene una masa corporal inadecuada, al igual que 4.5 millones de niños entre 5 y 11 años.
Subrayó que este panorama hace que México ocupe el primer lugar en obesidad infantil y el segundo lugar con el mayor número de personas adultas con sobrepeso a nivel mundial.
Las dimensiones de estos datos hicieron que el gobierno federal ya considere este fenómeno como un problema de salud pública, con carácter de seguridad nacional que si bien deriva en varias enfermedades también ocasiona un gasto excesivo de los recursos financieros del sector salud por más de 42 mil millones de pesos por año.
La diputada expresó que la Procuraduría Federal del Consumidor dio a conocer que la población gasta entre el 30 y 40 por ciento del presupuesto familiar en productos chatarra: refrescos, golosinas, pasteles y demás comida rápida.
Refirió que, en contraste, también se enfrentan problemas de desnutrición que se presenta primordialmente en municipios indígenas y rurales del sureste del país, al igual que en las zonas de extrema pobreza de la sierra Tarahumara.
Sostuvo que el 13 por ciento de la población infantil sufre desnutrición crónica, lo que genera un retraso en el crecimiento nacional y con consecuencias físicas e intelectuales que afectan la capacidad de aprendizaje y que desencadena problemas de salud.
“México vive una transición epidemiológica, en la cual un sector de la población padece enfermedades de países de pobreza extrema, como la desnutrición, mientras que otro presenta obesidad y con ello los problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, cáncer de esófago, mama y riñón, los cuales se presentan en los países avanzados” reiteró.