México tendrá un verano muy caliente por los cambios que en pleno mundial de fútbol se quieren imponer a los mexicanos para entregar los recursos naturales de la Nación al mejor postor, afirmó la secretaria de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Julisa Mejía Guardado.
Dijo que miles de mexicanos podrían ser expropiados en sus comunidades por las empresas petroleras que comenzarán a perforar el país en busca de hidrocarburos con lo se multiplicarán las “Rosa Blanca” en muchos entidades donde se repetirá esta historia 70 años después.
La legisladora, acompañada del vicepresidente del Senado, Luís Sánchez Jiménez, informó a líderes sociales del Estado de México sobre los riesgos que representan las reformas que en contra de los intereses de la nación promueven el PRI y el PAN para entregar los recursos naturales del país.
Reiteraron que los cambios a la Constitución los votaron en contra y expresaron los argumentos dados para hacerlo porque no eran necesarios para impulsar el sector energético, ya que bastaba con reglamentar la industria, quitarle los frenos fiscales y combatir la corrupción para que este se convirtiera en una palanca de desarrollo del país, impulsando otros sectores para despetrolizar la economía.
Ahora, comentó Mejía Guardado, se trata de privatizar el sector para que los negocios particulares del propio secretario de Energía sigan creciendo, ya que tendrá mano ancha para dar más contratos a su familia por el conflicto de interés que tiene al no ser removido por el Ejecutivo.
A esto se sumarán, agregó, el despojo de tierras que tendrán prioridad en todas las zonas del país donde se encuentren hidrocarburos de cualquier tipo, como lo señalan las leyes secundarias enviadas al Congreso de la Unión.
“Esto puede generar un estallido social en la mitad del territorio nacional que será afectado por las empresas petroleras trasnacionales y de ello serán responsables los impulsores de estos cambios contra la nación. Acudiremos a todas las entidades para organizar el descontento popular que está en marcha”, subrayó.
Son tiempos difíciles para México, insistió, porque se niegan a debatir de manera abierta y amplia ante la nación, ante los ciudadanos de todo el país, en foros donde participen especialistas del sector con posiciones diversas para que los mexicanos saquen sus propias conclusiones sobre el problema que se avecina.
Mejía Guardado apuntó que sus impulsores prefieren foros a escondidas con ponentes afines a su proyecto, no divulgado por los medios de comunicación y para evitar que el pueblo conozca del tema, llevan el debate en el Congreso durante los partidos de la selección en el mundial, para aprovechar el fervor futbolero a su favor, pero las consecuencias se verán después.
Finalizó diciendo que hay que explicarse a todos los mexicanos la importancia de los recursos energéticos y como estos se convierten en infraestructura, productos, servicios o presupuesto para que los tres niveles de gobierno puedan implementar sus políticas públicas en todas las regiones del país, porque esto se ha ocultado y para muchos es ajeno para qué sirven los recursos que se obtienen del sector, mismos que ahora se dejará en manos de las trasnacionales. El descontento crecerá, advirtió.