Por Guillermo Pimentel Balderas
Productores de maíz de México, demandaron al Secretario de Economía, Bruno Ferrari y al titular de Sagarpa, Francisco Mayorga, suspender de inmediato las importaciones de maíz blanco transgénico de Sudáfrica y de Estados Unidos de Norteamérica, que favorece a “coyotes” e intermediarios, además de que impacta en el alza al precio de la tortilla, en perjuicio de millones de mexicanos.
En entrevista, Héctor Carlos Salazar Arriaga, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), dijo que en la Mesa de Negociación con el Gobierno Federal estuvieron legisladores y el representante de los Secretarios de Desarrollo Agropecuarios de los estados, donde se reclamó el daño a la industria nacional con la importación de 960 mil toneladas del grano transgénico sin aranceles (para lo cual se establece sanciones); y lamento que sigua la compra al exterior con daño económico para los agricultores de Jalisco, Sinaloa, Nayarit, Veracruz, Guerrero y Tamaulipas.
Héctor Carlos Salazar Arriaga, presidente de la CNPAMM, dijo que se pidió a los funcionarios federales se revoque la excepción del arancel al maíz proveniente de Sudáfrica y de países sin acuerdo o tratado de libre comercio, ya que no se justifica la emergencia de escases, ya que ni con ello se ha disminuido el precio de la tortilla, pero si, en cambio, ha causado daño a la Hacienda del país, a los productores y a los consumidores mexicanos.
Se demandó, agregó, se compense el daño económico causado al agricultor por la importación de Sudáfrica, además de que este medida limito la comercialización de 2 millones 140 mil toneladas de este grano de los estados de Jalisco, Sinaloa y Tamaulipas; por lo cual, se solicito que el productor afectado reciba un ingreso mínimo de 4 mil 870 pesos por tonelada de maíz blanco.
Además, apuntó, que se realice la compra, con base a este ingreso (4,870 pesos), de las 240 mil toneladas que están rezagadas en Jalisco, Michoacán y Guanajuato del ciclo primavera –verano 2011.
El líder de los maiceros del país especificó que solicitaron se establezca una mesa de negociación con la industria harinera, donde se negocie la venta de Un millón 900 mil toneladas de maíz de los estados de Tamaulipas y Sinaloa, que no tienen contrato y que están en el inventario de los productores. “Hay también, cosechas que están por realizarse”, apuntó.
En el caso de quedar volumen de maíz blanco sin contrato o sin comercializar, señaló que se solicito abrir una ventana de exportación con apoyos gubernamentales.
“Cabe agregar, que aún y cuando bajó el precio de compra del grano, la industria harinera jamás redujo el suyo y, por lo tanto, tampoco se redujo el de la tortilla, sino que al contrario, amplió su margen de ganancia, pero a costa de pagar precios bajos a los productores de maíz y de vender su harina y las tortillas caras a los consumidores”.
Salazar Arriaga, agrónomo de profesión, indico que al no cobrarse este impuesto (arancel), perjudicó a los productores de maíz blanco nacional, principalmente de Jalisco, Sinaloa, Nayarit, Veracruz, Guerrero y Tamaulipas, ya que no pueden contratar sus cosechas con las empresas que importaron, causando “daño a la industria nacional” para lo cual se establecen sanciones.
Explicó el productor coahuilense que la autorización de importar sin arancel es responsabilidad del Secretario de Economía, Bruno Ferrari, pues debió primero justificar la escases de maíz blanco, después convocar al Comité de Cupos de Importación de Maíz, donde participan además de la autoridad, organizaciones de productores, industria, comercializadores y demás agentes del Sistema Producto Maíz,. Posteriormente, si hay acuerdo de importar, se publica en el Diario Oficial de la Federación la excepción, justificando de eliminar o reducir los aranceles establecidos en la Ley. “Requisitos que no cumplió Bruno Ferrari”, subrayó.
El también dirigente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz (CNPM), adherente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró que la industria harinera “calentó” el mercado en diciembre pasado (2011), con la compra de la cosecha de maíz del ciclo primavera- verano 2011, “pues aceptó que el precio se integrara por el costo internacional a futuro y una base de 102 dólares; pero, decidió salir al exterior a comprar por encima de este costo y llegó a adquirir hasta en 5, 500 pesos la tonelada de maíz. “Con este precio del grano, justificó un nuevo incremento del kilo de la harina, repercutiendo directamente en el alza del costo de la tortilla”, acusó.