Y gastan 5 mil dólares
Más de una cuarta parte de los mexicanos que viven en Estados Unidos se encuentran por debajo de los umbrales de pobreza, en el marco de los propios estándares de vida estadounidenses y, en términos generales, el volumen de población hispana en pobreza, rebasa a la población negra que se halla en esa situación.
Un análisis elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados y que recaba información de distintas fuentes, señala que la pobreza bajo el mismo marco que norma la calidad de vida en dicho país alcanza a numerosos grupos sociales y se extiende por todo el territorio estadounidense, lo que ha dado como resultado una situación paradójica para los mexicanos porque al querer emigrar a Estados Unidos se supone, es para buscar mejor vida.
Aunado a este problema de pobreza al que se enfrentan al llegar a nuestro vecino del norte, los emigrantes mexicanos invierten más de cinco mil dólares para llegar a los destinos migratorios y encontrar un empleo, lo anterior no sólo genera la inversión de recursos propios, también crea deuda para las familias, así como el costo emocional por “irse”.
Estas son algunas de las consideraciones que hace Rafael López Vega en el Documento de Trabajo No. 187, titulado “Pobreza y migración mexicana en Estados Unidos de América. Algunos elementos para su comprensión”, que tiene como objetivo ofrecer elementos sobre las condiciones de bienestar social de los mexicanos que residen en EUA. En este sentido, se logra destacar que en el año 2000, el 11.3 por ciento del total de personas residentes en los Estados Unidos eran pobres, actualmente se estima que se elevó la cifra al 15 por ciento de personas en situación de pobreza.
En los ámbitos político y académico, y en los medios de comunicación estadounidense hay persistentemente una crítica tanto a quienes reciben apoyo social como a la existencia de éste tipo de medidas, que baste decir se presume desde la crítica tienen un alto contenido racial, que hace explícito un desconocimiento de como la pobreza inscribe no sólo a inmigrantes (mexicanos o latinoamericanos) sino a la propia población blanca y con certeza, a la población de color.
Otro tema de especial relevancia es que según estimaciones recabadas en el documento, cerca del 93 por ciento de la población que migra desde México, va hacia los Estados Unidos, pero este curso está cambiando por el porcentaje restante, un 7 por ciento, se dirigió a otro lugar de residencia entre 2005 y 2010.
Entre los temas que se sugieren son susceptibles de investigar como claves del proceso social migratorio, destaca los siguientes: la geografía de la migración en México y en Estados Unidos de América; los nexos entre migración y pobreza; las redes sociales y los arreglos familiares en el origen y destino; acceso a seguridad social y de salud con base en los años de residencia en EUA; y por último, una evaluación de las acciones del gobierno mexicano en política migratoria y de apoyo a la residencia en Estados Unidos.