Muerte, robos, altercados y muchos enfados están ocurriendo en la entrega de las pantallas de televisión digital programada por la Secretaría de Desarrollo Social.
Pero además, cada vez son más personas que llevan a empeñar las pantallas para obtener algo de dinero, empujadas por las necesidad alimentaria.
El caso más dramático se registró el sábado pasado en la Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Zacatenco, ubicado en la esquina que forman las calles Wilfrido Massieu y Luis Enrique Erro, donde una persona de avanzada edad sufrió infarto mientras esperaba que lo atendieran y entregaran su pantalla de televisión.
A las dos de la tarde aproximadamente llegó la ambulancia para intentar reanimar al anciano, pero todo fue inútil y ahí perdió la vida.
Antes se registró un caso de robo. Tres mujeres que recibieron su pantalla solicitaron los servicios de un taxi, quien aceptó llevarlas a donde le solicitaron.
Apenas había avanzado algunas calles, cuando el conductor simuló fallas de la unidad y solicitó a las tres damas que lo ayudaran a empujar la unidad, porque estaba fallando y con ligero empujón arrancaría.
Una vez que las mujeres se encontraban en la parte trasera del taxi, el chófer emprendió la huída y las dejó sin el servicio y sin las tres pantallas que habían recibido.
Algunas personas reclamaron a los funcionarios de la Sedesol que organizaban la entrega del aparato, al cuestionar por qué hacen acudir que las personas que muy difícilmente se pueden desplazar, además de hay quien llega en silla de ruedas.
Son muy largas las filas de personas mayores, la mayoría de ellas con marcada desesperación, y tienen que esperar hasta siete horas para ver coronada su emoción de recibir la pantalla televisiva.
En algunas casas de empeño del Estado de México se confirmó que aumenta el número de personas que lleva el aparato para obtener algo de dinero.