Guillermo Pimentel Balderas/ Ciudad de México.- Ante más de 5 mil asistentes, en su mayoría agricultores indígenas de Oaxaca y productores de papaya, chile, tomate, hortalizas, frijol, maíz, caprinocultores, ovinocultores y artesanos, se constituyó la organización Movimiento de Productores del Minifundio, que agrupa en principio a 17 mil campesinos afiliados, bajo la orientación del líder histórico y vigente de los campesinos de México, Heladio Ramírez López.

En su intervención, en el marco de la Feria Agrícola de la Fundación Ayu y del Instituto de Desarrollo de la Mixteca, el presidente de los Productores de Maíz de México (CNPAMM), Héctor Carlos Salazar Arriaga, acompañado por dirigentes de sus organizaciones estatales de Puebla, Guanajuato, Morelos, Querétaro, Coahuila, Guerrero, Tlaxcala, Tamaulipas, Veracruz y Jalisco, expresó:  “Estoy aquí para ser testigo y congratularme de este evento de constitución del Movimiento de los Productores del Minifundio”.

Destacó que este movimiento organizado se torna más que oportuno, después de la crisis del 2008, que puso a prueba la viabilidad del modelo económico, de las estrategias de desarrollo rural y de la economía agrícola, los cuales no respondieron a los retos de crisis alimentaria, financiera, ambiental y económica  que hoy seguimos enfrentado.

Salazar Arriaga, expresó que la oportunidad de su surgimiento es para exigir la atención a los productores más representativos del sector agropecuario y rural de México, los minifundistas, en su mayoría productores de maíz.

Subrayó que desarrollar a México sólo es viable con la participación de los productores del minifundio que aumentaron de 3.8 a 4.1 millones de unidades de producción entre 1991 y 2007, y que “hoy representamos el  73 % del total de las Unidades de Producción”.

“Emprender las primeras acciones del movimiento de minifundistas en Oaxaca, es más que emblemático, es la entidad más representativa del minifundio,  pues en el Estado el 98% de los productores tienen menos de 5 hectáreas, el 88% de la superficie está ocupada por estos trabajadores del campo; el promedio estatal de superficie que se reporta en Procampo es de apenas 2 hectáreas”, explicó.

El movimiento surge sin duda, en el lugar adecuado, surge de la necesidad de imprimir un nuevo sentido a la política agropecuariaque atienda al desarrollo desigual de este sector por políticas enfocadas exclusivamente en el mercado y en la globalización, que discrimina los modelos sociales y privilegia los privados y de gran escala, que lejos de atender con una política de Estado su desarrollo, pretenden con teorías neoliberales revertir los logros revolucionarios y volver a concentrar la tierra, haciendo caso omiso a las recomendaciones de estudiosos y de organismos internacionales, que hoy confirman que la mejor posibilidad de incrementar la producción de alimentos está en los pequeños productores.

“Su margen de aportación  es mayor hoy, pero además, porque la racionalidad de los pequeños agricultores se fundamenta en la diversificación de su producción, en la riqueza de la “milpa”que es donde sustenta su seguridad alimentaria, es por ello que afirmamos que no se puede aspirar a la soberanía ni a la autosuficiencia alimentaria, sino somos autosuficientes en la unidad de producción, en nuestra comunidad, en nuestro territorio y región”, aseveró.

El líder de los auténticos maiceros del país demandó que es necesario y urgente que este modelo de racionalidad minifundista este abierto a nuevas formas organizativas que privilegien el incremento de la productividad y el cuidado de los recursos naturales y su diversidad, así como las compras consolidadas de insumos, las ventas en común y el uso de la novedosa tecnología, además de la agricultura protegida y de precisión, las mejores prácticas de manejo agrícola, la agricultura por contrato para sus excedentes de producción que los proteja en sus tratos comerciales y, en la volatilidad de los precios de mercado, pues “es indispensable reducir su dependencia de los subsidios y apoyos y aspirar a confiar más en sus capacidades, en sus organizaciones y dejar de ser clientes útiles de funcionarios, políticos y técnicos sin escrúpulos que sólo nos usan para acumular beneficios de nuestra condición de dependencia”, lamentó.   

“Mi llamado es que sólo nosotros, los productores organizados, podemos hacer realidad las promesas del nuevo gobierno, plasmados en  el “compromiso para el campo”. Dejemos de ser ingenuos y apostarle a que otros hagan por  nosotros lo que nos corresponde, debemos ser pragmáticos y despertar nuestra conciencia de clase, hacer la “Revolución Productiva” pues ésta será posible a partir de nuestra fuerza; hoy, desafortunadamente no existe organización campesina nacional capaz de asumir la interlocución digna, responsable, ideológica y representativa con el Gobierno, el poder legislativo y los demás actores privados.

A pesar de que somos más de 5 millones 400 mil de productores de todas las ramas de producción, no tenemos una organización nacional que defienda nuestros interese pues hay vació de liderazgos, hoy con esta alternativa que inicia en los estados del sur, tenemos la oportunidad de mostrar nuestra fuerza ideológica y social, necesitamos acciones determinantes, liderazgos comprometidos y sobre todo luchar en las coincidencias y  dejar nuestra diferencia para que fortalezcan nuestra pluralidad.

Hoy –agregó- tenemos el compromiso con el futuro, con los jóvenes de las nuevas generaciones que ya no están teniendo cabida en Estados Unidos y en los centros urbanos nacionales: Requerimos crear la plataforma de oportunidad en nuestras tierras que es lo que ellos esperan; hacer con un alto grado de inteligencia, compromiso y responsabilidad generacional, nuestra tarea en crear un futuro mejor para nuestro herederos, para que no sean los ajenos, los advenedizos, los que siempre han deseado nuestro territorio, quien mejor los que hereden nuestra mejor riqueza que es la tierra, sino nuestros hijos, nuestra familia.

Compañeros que integramos hoy este movimiento, cuenten con nuestro compromiso de fortalecer el plan de acción que de aquí surgirán nuevos horizontes; deben ser iluminados con la lucha que hoy emprendemos, pues la preparación de la tierra para la Revolución Productiva se está llevando a cabo.

La siembra de la esperanza de un México Rural más justo para nuestro proyecto de vida está solamente en nuestras manos. Esperamos que el Estado y el Gobierno nos acompañen”, enfatizó.

Al término del evento, el ex dirigente nacional de la Confederación Nacional Campesina, Heladio Ramírez López y los 5 mil asistentes, que conformaron la organización Movimiento de Productores del Minifundio -que agrupa en principio a 17 mil campesinos-, así como los dirigentes del maíz de los estados de Puebla, Guanajuato, Morelos, Querétaro, Coahuila, Guerrero, Tlaxcala, Tamaulipas, Veracruz y Jalisco, comprometieron su apoyo para que Carlos Salazar Arriaga sea el próximo líder nacional de la CNC.