Eduardo Sojo-Aldape, director del Inegi, miente sobre la baja en los precios de los alimentos, porque en los últimos 5 años éstos han aumentado entre un 20 por ciento y 150 por ciento, mientras el salario creció anualmente a un ritmo menor que la inflación de los bienes alimentarios.

Así se lo mandó decir Federico Ovalle Vaquera, Secretario General de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC),al analizar los aumentos en los precios y los salarios, expuso que durante el gobierno de Felipe Calderón, sobre todo en la segunda parte de su sexenio, es cuando el incremento de los precios de los alimentos presenta un crecimiento muy fuerte.

Entonces, dijo, las percepciones de los trabajadores en los últimos 30 años han registrado una pérdida de su capacidad de compra del 80% aproximadamente.

Además, añadió, el salario mínimo líquido (descontando las cotizaciones a la seguridad social) apenas alcanza para cubrir 40% del nivel mínimo de subsistencia.

En tanto, en el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, el ajo, cebolla, pepino, jitomate y hortalizas, han presentado crecimiento. También el arroz, azúcar, huevo blanco y harina de trigo, son algunos de los productos que presentan crecimiento.

“En todos los casos analizados, los precios (2010-2015) crecieron mucho más que lo que crecieron los salarios. En este caso el salario mínimo que es el que se usa como unidad de comparación”, precisó el dirigente de la CIOAC.

Apuntó que el Banco de México ha sostenido en la última semana que la inflación está controlada, sin embargo el incremento de los precios en lo que va del sexenio no es asunto menor y más aún la pérdida de la capacidad de compra de las familias tanto rurales como urbanas.

Una prueba de ello es que debido al intermediarismo (en el caso del frijol) y al control que pocas empresas comercializadoras tienen de la cadena de valor, el productor primario, en casi todos los casos, no se ve beneficiado ya que a él le compran a precios bajos pero los comercializadores venden, al consumidor final, a precios muy altos.

Ejemplos de las mentiras del Inegi

En este análisis, dijo Federico Ovalle Vaquera, se busca dar cuenta de los principales incrementos de 2010 a la fecha (marzo de) 2015.

La calabacita italiana tuvo un precio de 12.95 a finales del 2010 y alcanza un precio de 16.72 en marzo del 2015. Durante todos esos años (2010-marzo2015) su precio se incrementó en un 29.11%.

El precio de la cebolla pasó (entre finales del 2010 y marzo del 2015) de 9.51 pesos por kilo a 11.76 pesos por kilo, con lo cual tiene una tasa de crecimiento de 23.66 %.

El chayote sin espinas creció de 8.83 pesos por kilo a 12.27 pesos, con lo cual presenta un crecimiento del 38 %.

El tomate verde tuvo un precio de 12.53 a finales del 2010 y alcanzó un precio a marzo del 2015 de 20.28 pesos por kilo. Presentó un incremento de más del 61%.

El arroz (largo o Sinaloa) ha tenido un crecimiento muy fuerte considerando que es un alimento básico; este tenía un precio de 10.34 el kilo a finales del 2010 y actualmente tiene un precio de 19.50 pesos por kilo, con lo cual presenta un incremento de 88.59%.

El caso del huevo, este producto presentó un precio de 15.59 a finales del 2010; luego al ingreso prácticamente del gobierno actual alcanzó un precio de 30 pesos por kilo. En total si observamos el crecimiento de este precio presenta un crecimiento de 150.16% desde finales del 2010 y hasta marzo del 2015.

La harina de trigo es otro producto que presentó un incremento del precio que pasó de 9.93 pesos por kilo en 2010 a 14.85 pesos en marzo del 2015, con lo cual presenta un crecimiento del precio del 49.55 %, y al igual que otros productos muy por encima del crecimiento del salario.

El caso del frijol (flor de mayo) pasa de 16 pesos el kilo a finales de 2010 y llega a marzo del 2015 con un precio arriba de 16 pesos. Sin embargo, el consumidor se vio afectado durante el 2011 y principio del sexenio actual presentaba un precio por encima de los 30 pesos por kilo.