*Peña Nieto, lo mismo que Calderón

Desde hace varios sexenios, especialmente cuando llegaron al poder los albiazules, hay declaraciones rimbombantes de que: “ahora sí” disminuirá la violencia y se detendrá a los capos principales del narcotráfico. Las carcajadas en Sinaloa, Durango, Tamaulipas y otros estados resuenan.

En esta administración no podía ser la excepción. Recientemente el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, se reunió con un conjunto de mandatarios de la llamada zona centro (Estado de México, DF, Morelos, Guerrero, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala) para anunciar operativos que protegerán las carreteras de dichas entidades.

El poderoso funcionario del “enriquismo” dijo: “Va a ser un operativo completo, para evitar desde  el asalto hasta el traslado que se ocupa ahí de personas que les privan de su libertad o algún otro tipo de delitos que se dan en las carreteras, a partir de las carreteras. Ahí es donde se inicia o termina un hecho delictivo, así que vamos a ocuparnos con todas las corporaciones” (Reforma, 29 de enero).

Lo primero que se requiere es un traductor o descifrador del lenguaje del hidalguense, pues realmente no se sabe, a bien, que nos quiso decir.

Pero siendo amables, pensamos que intentó señalar algo elemental: se evitarán al máximo los asaltos en carreteras y se cuidará que las personas no sean despojadas de sus bienes cuando van de un sitio a otro en vehículos.

Sabemos, por muchos ejemplos, que a  diversos camiones los malhechores los detienen para quitarles las pertenencias a los viajeros. En otros autobuses, se suben los malosos desde la terminal y  hacen de las suyas en diversas etapas del trayecto. Y a los automovilistas les ponen obstáculos para que no sigan su viaje y se roban el transporte y hasta a mujeres y niños.

Todo ello, documentado no obstante los retenes militares, la incapaz policía de caminos y las revisiones que se hacen en terminales de autobuses. Por lo tanto, ojalá que funcione este nuevo operativo, pero ya sabemos que generalmente hay más ruido que nueces y la gente no cree ya en tantos proyectos, pues la mayoría de ellos no llegan a disminuir los asaltos o, en ocasiones, estamos ante un sube y baja que se asemeja más a los precios de temporada en almacenes y mercados.

El señor Osorio dijo que se simplificarán los trámites para que los recursos fluyan a los estados en beneficio de la seguridad. Aunque nunca está de más señalar que muchos alcaldes y gobernadores utilizan esos dineros no para lo que se necesita, sino para obras de lucimiento ante sus poblaciones. Algo muy común en municipios importantes y entidades diversas, tanto así que muchas están endeudas al máximo.

Para evitar el despilfarro, en momentos que no hay dinero para muchas cuestiones, Osorio dijo: “Vamos a evaluar el uso” (del recurso)  para que se maneje de manera transparente y dé resultados”. Esperamos, aunque mientras no haya una auditoría ciudadana todo quedará en buenas intenciones.

Y es que el mismo día de las tronantes declaraciones, supimos por Transparencia Internacional que las secretarías de la Defensa y de Marina de México “son tan vulnerables a la corrupción como (las de) Nepal, India, Israel y Tailandia” (id). Además, que en las dos mencionadas secretarías de seguridad hubo compras innecesarias, soldados “fantasma” (les pagaron sin trabajar) y adquisiciones de equipo inadecuadas. No piense usted en Genaro García Luna y su bunker en el DF que supuestamente iba a combatir a los señores de la droga, porque Felipe Calderón se enojará.

Además, cuando se daba esa noticia de Gobernación, supimos que los integrantes del Kombo Kolombia, un grupo de vallenato oriundo de Nuevo León, fue secuestrado, fusilado y los cuerpos de catorce  personas tirados en una mina.

Se dice ahora que esos músicos tenían ligas con los Zetas, pero si es cierto que les seguían los pasos, jamás se detuvo a sus patrocinadores, los traficantes.

Además, en Hidalgo, tierra de Osorio, fueron asesinados seis individuos en las últimas 15 horas. Algo que va sumando más cadáveres a un gobierno federal que dijo combatiría seriamente al crimen y no ha podido.

Y en el estado de México, no importando los patrullajes del Ejército, va en aumento los asesinados. Pero ante ello, el sucesor de Peña Nieto, Eruviel Ávila, ha dicho que las ejecuciones son “hechos eventuales” (sic persistente).

¿Será efectiva  está reunión que se hará frecuente, ya que seguirá en  Morelos en quince días y luego en Guerrero dentro de un mes? Dúdolo, aunque me congratularía equivocarme.

Mientras ello sucede, el IFE del señor cuatro millones, Leonardo Valdés, nos regala un despropósito: el único candidato que se excedió en gastos de campaña fue Andrés Manuel López Obrador, en tanto Peña Nieto ni siquiera llegó al tope de lo que pusieron como límite las autoridades.

Tan burda fue la maniobra que Ciro Gómez Leyva se indignó ante  el hecho.

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