Eufrosina Cruz Mendoza, presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, propuso que para hacer efectivo el uso del presupuesto deben cambiar las reglas de operación en los programas destinados a los pueblos autóctonos.
Dijo que no se tiene el reporte sobre el destino de los recursos etiquetados transversalmente para esta población. “Lo único que sabemos es lo que maneja la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, pero de las demás dependencias se desconoce”.
Resaltó la necesidad de que se transparenten los beneficiarios de los programas, y la banca de desarrollo disponga recursos para las comunidades originarias y haya seguimiento. “Los esfuerzos se quedan en pequeños proyectos de 200 mil pesos que funcionan un año, pero se constriñe a un huerto de traspatio, que si no se le apuesta para el siguiente año muere el proyecto”, denunció.
Añadió que todos los sectores tienen la responsabilidad de generar las condiciones que detonen la economía regional, a fin de eliminar la pobreza y marginación, no con subsidios sino con planeación productiva.
Por su parte, el diputado Pedro Porras Pérez, secretario de la comisión especial, urgió a diseñar políticas públicas en el marco de una reforma integral del campo, a fin de establecer bases sólidas de fomento y no sólo mediante decretos del Ejecutivo, los cuales “son remedios que alivian medianamente las necesidades de los campesinos, pero no resuelven los problemas de fondo como la pobreza y marginación”.
Es grave, comentó, la falta de rentabilidad del agro por la carencia de apoyos a pequeños campesinos, que son la mayoría de los productores agrícolas, por lo que miles de jóvenes salen de sus comunidades, prefieren buscan otras opciones que no encuentran y las tierras son acaparadas por unos cuantos.
“La actual política pública del gobierno federal no va a sacar adelante al campo con la caída de los precios internacionales de los granos. De seguir esta baja –dijo- vamos a ver un agro más devastado”.