Según el informe Panorama Educativo 2012 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el penúltimo sitio en la tasa de egreso en nivel superior, con 20 por ciento.
Por ello el diputado Catalino Duarte Ortuño propuso reformas a la Constitución Política y a la Ley General de Educación y así establecer la obligatoriedad de este nivel académico, pues, recalcó, para la OCDE en México las oportunidades en educación superior crecen lentamente y de mantenerse la tendencia quizá no logre superar el rezago que enfrenta.
El legislador precisó que de acuerdo con dicho organismo, hasta 2010 sólo 22 por ciento de la población, en el rango de edad entre los 25 y 34 años, tenía estudios universitarios, lo que provocó que México se situara en el grupo de naciones que acumulan retraso en ese nivel educativo.
Mientras, en educación media superior sólo 4 de cada 10 niños que ingresaron al sistema educativo en 2010, podrán concluir el bachillerato, indicó el diputado.
Duarte Ortuño consideró que los rezagos más importantes son la falta de oportunidades de gran parte de la población para acceder a una educación de calidad, y los avances en tecnología e información, así como superar la desvinculación entre la educación media superior y superior y el sistema productivo.
Agregó que la escasa matrícula en educación superior obedece a ineficiencias en los niveles previos, a la pobreza de las familias y a las características propias de las instituciones.
El diputado destacó que México necesita desarrollar una estrategia educativa de largo plazo para garantizar un nivel general de habilidades y conocimiento más alto, lo que facilitará el crecimiento económico y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos.
Por ello, propuso establecer que la enseñanza superior sea obligatoria, “lo que definirá y asegurará las bases de una sociedad del conocimiento en el país de profesionistas, técnicos y científicos”.
Necesitamos “estudiantes de nivel superior con mayores capacidades y herramientas tecnológicas que les permitan tener mayor futuro, que coadyuven a la generación de recursos humanos y de competitividad, y que sólo con la garantía de la universidad obligatoria se puede alcanzar”, puntualizó.
La iniciativa se turnó a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y la de Educación Pública y Servicios Educativos, donde téngase por seguro que dormirá el sueño de los justos.