El incremento del número de personas en situación de pobreza estuvo relacionado con el crecimiento de la población que carece de acceso a la alimentación, la cual aumentó en 4.2 millones entre 2008 y 2010, así como a la reducción del ingreso real de los hogares, especialmente en las áreas urbanas.

Ese es el diagnóstico oficial del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, cuyo texto reproducimos a continuación.

“Las principales conclusiones que emite el CONEVAL en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2011 son las siguientes:

• El poder adquisitivo de los ingresos laborales de las familias mexicanas se vio afectado por al menos dos eventos económicos: el incremento en los precios de los alimentos y la crisis financiera que tuvo un efecto negativo sobre el mercado laboral del país.

La falta de crecimiento económico en el largo plazo ha influido también en el desempeño de salarios, empleos e ingresos. La reducción del poder adquisitivo del ingreso tiene repercusiones importantes sobre el desarrollo social de la población, especialmente sobre la pobreza.

• La población en situación de pobreza ascendió a 46.2 por ciento en 2010, lo que representa 52 millones de personas. En comparación con 2008, hubo un aumento de 3.2 millones de personas. No obstante, el número promedio de carencias de la población en pobreza disminuyó de 2.7 a 2.5.

• En comparación con la reducción que tuvo del Producto Interno Bruto en 2009, la pobreza no creció en la misma magnitud, debido a que en este periodo (2008-2010) se incrementaron las coberturas básicas de educación, acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de la vivienda, los servicios básicos en las viviendas y la seguridad social, ésta última especialmente con relación a la cobertura de la población adulta mayor, factores que son parte de la medición de la pobreza. Los esfuerzos de la política de desarrollo social de los tres órdenes de gobierno han contribuido a que la población en México cuente con una mayor cobertura de servicios básicos.

• El incremento del número de personas en situación de pobreza estuvo relacionado con el crecimiento de la población que carece de acceso a la alimentación, la cual aumentó en 4.2 millones entre 2008 y 2010, así como a la reducción del ingreso real de los hogares, especialmente en las áreas urbanas.

• Para afrontar estos problemas se han tomado diversas acciones de política pública. Si bien estas decisiones han mantenido en equilibrio las finanzas públicas, el conjunto de las acciones ha sido insuficiente para mejorar el nivel de ingreso de la población mexicana.

• Fortalecer diversos programas sociales no es suficiente para mejorar el bienestar de la población. Se requiere también cambios que incrementen el crecimiento económico, la creación de empleos, la productividad y que combatan la desigualdad crónica del país.

• Hay un gran número de programas y acciones de desarrollo social en el Gobierno Federal y se observa una gran dispersión y una potencial falta de coordinación. Se considera que si se incluyeran los programas de gobiernos locales, el problema sería aún mayor; desafortunadamente no ha sido sencillo tener información sobre la política de desarrollo social de los gobiernos locales.

• No siempre queda clara la razón por la que se crean programas de desarrollo social año con año. Unos son creados por el Poder Ejecutivo, otros por el Poder Legislativo y también por las entidades federativas, a través del Legislativo Federal y local. Posiblemente varios de los programas son creados para resolver problemas concretos de la población, pero debido a que no siempre se cuenta con resultados claros en varios de estos programas, la posibilidad de uso político es inevitable.

• Entre 2008 y 2010 aumentó la progresividad del gasto total analizado (el gasto se dirige hacia la población en pobreza). Esto se explica, por un lado, por el aumento en la progresividad de algunos instrumentos de transferencias y, por el otro, por la reasignación de recursos a favor de los instrumentos más progresivos y disminución de recursos asignados a los instrumentos más regresivos (en particular el subsidio a gasolinas y diesel que en 2008 tuvo un nivel excepcionalmente alto, cuya incidencia directa favorece principalmente a grupos de ingresos medios y altos). Aún así, hay un gran número de programas y acciones que no se dirigen a la población en pobreza. México puede hacer mucho más para que el gasto público redunde en una reducción de la desigualdad social y económica que el país enfrenta.

La versión completa del Informe está disponible en www.coneval.gob.mx y está dividido de la siguiente manera:

En el capítulo I se presenta la evolución de las condiciones económicas de México en el corto, mediano y largo plazos. El capítulo II describe la evolución del desarrollo social en México, se toma como periodo central de atención 2008-2010, con base en la medición de la pobreza e indicadores complementarios de desarrollo social.

En el capítulo III se evalúa la política de desarrollo social, está dividido en dos partes; en la primera, se analizan los resultados de los programas de desarrollo social clasificados de acuerdo con las diferentes dimensiones con que se elabora la medición de la pobreza.

Asimismo, se describen y comparan de manera sistemática rasgos básicos del universo de programas y de acciones del Gobierno Federal integrados en el Inventario CONEVAL de Programas y Acciones Federales de Desarrollo Social 2010.

En la segunda parte se presentan las principales fortalezas y retos de la política de desarrollo social; los temas específicos que se analizan son la dispersión de las acciones y de los programas de desarrollo social, la incidencia distributiva y la equidad del gasto social, las acciones y programas dirigidos a los pueblos indígenas, así como la consolidación del sistema de monitoreo y evaluación en nuestro país.

Por último, en el capítulo IV se presentan conclusiones sobre el estado de la política de desarrollo social en México y se formulan recomendaciones para mejorarla.