Un total de 2.3 millones de hispanos en Estados Unidos podrían resultar beneficiados si en ese país se aprueba la propuesta de reforma del presidente Barack Obama, presentada en enero pasado, para eliminar las cuotas durante los dos primeros años de estudio en los colegios comunitarios.
Los estudiantes mexicanos e hispanos que radican en Estados Unidos tendrían mayor oportunidad de obtener estatus legal y financiamiento gubernamental para su educación, si se aprueba esta modificación, sostiene la investigación “La reforma de los colegios comunitarios en Estados Unidos y su impacto en la población de origen hispano”, realizada por la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado de la República.
La medida permitiría a los estudiantes cursar la mitad de los estudios de licenciatura u obtener las habilidades para ingresar al mercado laboral, sin ningún costo. Sin embargo, el propósito es aumentar las posibilidades de que estudiantes pobres y/o de minorías raciales (entre ellas los hispanos) obtengan un título universitario.
La investigación refiere que la propuesta representa un apoyo adicional. Sin este apoyo, muchos beneficiarios potenciales de la modificación legal se enfrentan a una difícil elección entre obtener educación adicional o conseguir trabajo para mantener a sus familias.
Los estudiantes hispanos, explica, asisten a colegios comunitarios que cuestan menos que las universidades tradicionales ya que, generalmente, pertenecen a familias de bajos ingresos. Los colegios comunitarios son accesibles y tienen diversas ofertas educativas: desarrollo de habilidades básicas, formación técnica profesional y educación continua para quienes no requieren un grado universitario.
El Partido Republicano se opone a la propuesta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, America’s College Promise Proposal por considerarla costosa y burocrática; y está lejos de ser aprobada, porque ese instituto político acaba de lograr una mayoría abrumadora en el Congreso de Estados Unidos, detalla el IBD.
No obstante, tampoco se puede descartar su aprobación, porque reducir el alto costo de las colegiaturas universitarias y el estancamiento en la matrícula del nivel superior, son temas prioritarios para los republicanos y demócratas.
Esta reforma en materia educativa es importante para la comunidad mexicana que vive en Estados Unidos, porque los hispanos constituyen una parte creciente de los 7.7 millones de estudiantes que asisten a colegios comunitarios, o sea 22 por ciento de la matrícula.
Sin embargo, la investigación advierte que los hispanos abandonan sus estudios más rápido que cualquier otro grupo racial en Estados Unidos. Registran una tasa de deserción de 6.7 por ciento, por encima de grupos como los blancos, afroestadounidenses o asiáticos.
La propuesta del presidente estadounidense busca cambiar la situación actual, en la que los estudiantes indocumentados no pueden acceder a los programas de apoyo financiero para seguir estudiando, dado su estatus legal; tampoco pueden reunir los requisitos para ingresar a los programas de acción diferida --que permiten trabajar y la permanencia legal por dos años, renovables-- porque no poseen un certificado de bachillerato o universidad; y/o porque no tienen pleno dominio del idioma inglés.
Los programas de acción diferida, junto con la Dream Act, proporcionarían una ruta a los estudiantes indocumentados hacia un estatus legal de residencia permanente y eliminaría las sanciones a los estados que les permiten obtener apoyo financiero para estudiar la universidad.
Para algunos mexicanos que estudian en Estados Unidos, ingresar a un colegio comunitario es su única opción para acceder a la educación superior, pues pueden continuar sus estudios en una universidad tradicional hasta alcanzar una licenciatura profesional, determina la investigación realizada por el IBD.
Así, las propuestas buscan que los indocumentados accedan con mayor facilidad a la educación universitaria, o que tengan un estatus legal que les permita trabajar.
La propuesta del Presidente de Estados Unidos también tiene la intención de contribuir al remplazo natural de la todavía mayoría blanca, pues para 2050, uno de cada cinco estadounidenses (19 por ciento) no habrá nacido en ese país, por lo que los hispanos pasarán de 17 por ciento del total de la población a 29 por ciento; y la comunidad blanca descenderá de 63 por ciento que ostenta actualmente, a 47 por ciento.
Finalmente, la investigación “La reforma de los colegios comunitarios en Estados Unidos y su impacto en la población de origen hispano” señala que la propuesta tiene serias implicaciones en el debate sobre la reforma migratoria en Estados Unidos, pues se vincula estrechamente con los programas de acción diferida para indocumentados.
Su trascendencia, concluye, está relacionada con el significativo rol que los inmigrantes jugarán, en los próximos años, en la sociedad estadounidense.