El pasado 17 de diciembre la acreditada agencia de noticias EFE publicó que una mujer instó al presidente Enrique Peña Nieto, durante un acto público en la capital del país, a pedir perdón por los 43 estudiantes que desaparecieron en Iguala, lo que motivó que fuera sacada del recinto por agentes de seguridad.
La mujer, a quien los medios locales identificaron como Érica Barrón, gritó a Peña Nieto "pida perdón" en momentos en que éste saludaba a los asistentes a la Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario en la capital mexicana.
Barrón fue sacada del salón por integrantes del Estado Mayor Presidencial, el cuerpo encargado de la seguridad del mandatario.
Durante el evento, Peña Nieto reconoció que la desaparición de los estudiantes de una escuela rural para maestros el 26 de septiembre "cimbró el ánimo en todos los mexicanos" y destacó que dicho acto de "barbarie" deber servir como lección para que no vuelva a repetirse.
La mujer que recriminó a Peña Nieto fue desalojada por el Estado Mayor Presidencial
El gobernante llamó a "avanzar en el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la seguridad" y de los municipios, algunos de ellos infiltrados por el crimen organizado, como evidenció este caso.
La desaparición de los estudiantes a manos de autoridades corruptas y criminales en una noche en la que también murieron seis personas ha generado numerosas manifestaciones dentro y fuera del país para condenar el hecho y rechazar la Administración de Peña Nieto.
Según el testimonio de tres de los 80 detenidos por este caso, los 43 estudiantes fueron detenidos por policías y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en un basurero de Cocula, vecino a Iguala, una versión en la que no creen los familiares de los desaparecidos.