La senadora Silvia Garza Galván, presidenta de la Comisión Especial de Cambio Climático, pidió a los titulares de las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de Salud (Ssa) que informen a la Cámara Alta sobre el avance en la certificación de los establecimientos dedicados al sacrificio de animales y procesamiento de bienes de origen animal para consumo humano.

A través de un punto de acuerdo, la legisladora por Coahuila también solicitó a la Sagarpa que, en coordinación con los gobiernos de los estados y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, refuerce e impulse la inspección y vigilancia de los establecimientos dedicados al sacrificio de animales y procesamiento de bienes de origen animal.

“Además, es necesario que se impulse la certificación para aquellos establecimientos de jurisdicción municipal y estatal, ya sean públicos o privados, que aún no cuentan con la misma”, agregó.

Los procesos de sacrificio mantienen dos etapas, explicó, la ante mortem y post mortem; la primera de ellas inicia con inspección sanitaria previa al sacrifico y consiste en asegurar que los animales se encuentren sanos, de existir duda se inicia un análisis clínico para evitar que sean introducidos con alguna enfermedad; la segunda, tiene como finalidad la inspección de los canales y vísceras por parte de veterinarios profesionales, ya que ellos poseen los conocimientos específicos sobre anatomía patológica, enfermedades infecciosas y parasitarias.

“Si bien es cierto que no siempre se detectan enfermedades, es una etapa importante que debe verificarse mediante esquemas y programas establecidos por la Sagarpa, ya que desde la introducción del animal puede evitarse que ingresen enfermedades y contaminantes que afectan a la salud humana”, consideró.

Recordó que ante la preocupación del Congreso de la Unión para atender el tema de sacrificio de animales, el 7 de junio de 2012 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación reformas a la Ley Federal de Sanidad Animal y a la Ley General de Salud, para facultar a la Sagarpa y a la Ssa a fomentar la certificación, que es el procedimiento por el cual se hace constar que un establecimiento, producto, proceso, sistema o servicio, cumple con las normas oficiales mexicanas o las disposiciones de sanidad animal o de buenas prácticas pecuarias.

Las reformas aprobadas, continuó Garza Galván, buscan incrementar sustancialmente los procesos para controlar y regular las prácticas pecuarias durante el proceso de sacrificio de animales para consumo humano y su procesamiento.