En 2009 los sistemas de seguridad social atendieron al 61 por ciento de los 107 millones de mexicanos; el Seguro Popular al 29 por ciento; los seguros médicos del sector privado al 1 por ciento y el 9 por ciento restante quedó pendiente de incorporarse en algún esquemas.
Así lo informó la Auditoría Superior de la Federación en informe entregado a la Cámara de Diputados, en el que señala que en 2009, año en que se hizo frente a la Influenza AH1N1, la auditoría al Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades determinó que 8.3 millones de dosis se distribuyeron sin contar con el dictamen de COFEPRIS relativo a su potencia, calidad e inocuidad; mientras que 4.8 millones de dosis, al cierre de la auditoría, no habían sido liberadas por el órgano regulador.
En ese año, el IMSS registró un patrimonio de 74 mil 669 millones de pesos, pero “si se considera el total de su pasivo laboral devengado a valor presente, su saldo alcanzaría un monto negativo de 1.6 billones de pesos”.
En tanto, el ISSSTE registró un déficit de 11 mil 49 millones de pesos, que superó 35 por ciento al registrado en 2008, es decir ocho mil 134 MDP y que el monto del valor presente de las obligaciones totales del ISSSTE en 2009 fue de 282 mil 426 MDP, 63 por ciento más que en 2008, que fue de 173 mil 277 millones de pesos.
Por lo que hace al Seguro Popular, de las 31.1 millones de personas afiliadas, el 98.4 por ciento (30.5 millones) se encontraba en el régimen no contributivo y el 1.6 por ciento (0.5 millones) en el pago de cuotas familiares, por lo que sus egresos en 2009 (55 mil 886 MDP), fueron sufragados con recursos provenientes del erario federal, lo que representara a futuro una presión adicional a las finanzas públicas.
En cuanto a Asistencia Social, dijo que el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades, que atiende los componentes de educación, salud y alimentación, en 2009 tuvo un ejercicio de 46 mil 698 millones de pesos, que representaron 20 por ciento de los 236 mil 37 mdp erogados en la superación de la pobreza.
Se beneficiaron 5.2 millones de familias, 23.6 millones de personas; el 47 por ciento de 50.6 millones de mexicanos en situación de pobreza patrimonial.
El aumento del gasto en dicho programa se acompaña de mayor concentración de recursos a nivel federal, del total de los recursos ejercidos en 2001, el Gobierno federal participó con el 56 por ciento y en 2009 se incrementó a 79 por ciento.