*Están bailando 400 mil millones
El presidente de Transparencia Nacional, Gabriel Reyes Orona, confirmó que Petróleos Mexicanos, la llamada empresa del pueblo, está en una situación muy delicada, porque su director general Juan José Suárez Coppel no sabe como cubrir un faltante multimillonario del que deberá responder ante las autoridades.
Aquí sus palabras textuales: “Toda pérdida implica un daño patrimonial, toda pérdida implica una afectación al patrimonio y en este caso de una entidad pública, una entidad paraestatal como lo es Pemex.
“El hecho de que haya movimientos entre la contabilidad de la matriz y sus subsidiarias, en ningún momento puede traducirse en la desaparición de las pérdidas, ya que las pérdidas siempre tienen que absorberse o pagarse contra un activo.
“En este caso, Petróleos Mexicanos ha venido incrementando la deuda pública y lo ha hecho para cubrir, con ese hoyo, otro hoyo que se ha venido haciendo más grande desde hace 15 años.
“Ustedes recordarán que en 1995, la Ley General de Deuda Pública y la Ley de Presupuesto y Contraloría de Gasto Federal se modificó para crear una ficción contable que hoy en día conocemos como: pidiriegas. Sin embargo, a la vuelta de los años se corroboró que los señalamientos que existían de tal ficción, se realizaron y se concretaron.
“¿Cuál es esta ficción? Esta ficción consiste en que los ingresos que las administraciones de Pemex habían pronosticado, jamás se realizaron, únicamente los montos de deuda son reales. Todos aquellos pasivos en los que Pemex incurrió para realizar proyectos que de origen eran poco probables o poco viables, se materializaron en una enorme pérdida donde los gastos superaron por mucho a los ingresos.
“Entonces, la pérdida que hoy en día registra Pemex Exploración y Producción, se traduce en la ganancia de alguien más. Esta ganancia de alguien más es un proveedor, es un contratista, es un asesor, es un consultor, es un acreedor financiero.
“Lo que hoy en día se está pidiendo es que haya un desglose de cómo se traducen estos 400 mil millones de pesos de pérdidas en ganancias de empresas privadas extranjeras o nacionales y cómo se reparten, desde el punto de vista operativo financiero, porque cuando una operación de esta magnitud se materializa, es porque alguien se equivocó; es porque alguien pronosticó o proyectó indebida o irregularmente, las ganancias de un proyecto.
“Hoy en día, tras 15 años, los Pidiregas demuestran que fueron un gran error: son un fracaso que cuando menos hoy en día reportan al erario federal una pérdida de 400 mil millones de pesos, pero debemos de recordar que la Constitución, en el artículo 83, fracción VIII, solamente permite contratar deuda para generar o realizar proyectos productivos, no para tapar hoyos o aventuras financieras como los Pidiregas.
“Existe una clara objeción respecto a la deuda pública que se generó respecto a estos proyectos y que hoy en día se está contratando para cubrir este hoyo”.