Eduardo Pérez Mota, Comisionado Presidente de la Comisión Federal de Competencia

Miguel Flores Bernés, Comisionado

Luis Alberto Ibarra Pardo, Comisionado

Cristina Massa Sánchez, Comisionada

Rodrigo Morales Elcoro, Comisionado

La decisión que tomó la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) para rechazar la participación de Televisa en la empresa Iusacell –propiedad del grupo que controla TV Azteca– fue una medida muy importante en beneficio de la promoción de un auténtico mercado en la televisión abierta y las telecomunicaciones. La vinculación de los consorcios que controlan la televisión comercial en México afectaría la producción y distribución de contenidos audiovisuales.

En los próximos días, la Cofeco tomará su resolución definitiva sobre ese asunto, una vez que ha conocido los recursos de reconsideración que presentaron las televisoras. Nos parece absolutamente indispensable que la Comisión mantenga su negativa a la fusión Televisa–TV Azteca en el manejo de Iusacell. Las consideraciones que llevaron a esa decisión inicial se mantienen. Nada ha cambiado en el control del mercado ni en la presencia pública de Televisa y TV Azteca. Al contrario, durante las semanas recientes la sociedad mexicana ha conocido nuevos desplantes de autoritarismo y manipulación de las televisoras. La negativa de Ricardo Salinas Pliego –propietario de Iusacell y TV Azteca– para anteponer un evento deportivo a la transmisión del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, indica con desfachatada claridad la torcida idea que ese empresario tiene de los compromisos públicos en los negocios que maneja.

Es necesario fomentar mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones. Por eso es prioritario modificar la dominancia de Telmex y Telcel por una competencia auténtica que propicie precios menos altos y servicios menos malos. Eso no se logrará fortaleciendo a un monopolio para enfrentar a otro. Mucho menos, solidificando las prácticas anticompetitivas que Televisa y TV Azteca ya ejercen en el mercado de la televisión. Lo que hace falta son opciones variadas tanto en telecomunicaciones como en televisión. También es necesaria una autoridad reguladora con autonomía y atribuciones suficientes pero además con el valor y la claridad políticas suficientes para enfrentar a los monopolios en dichos ámbitos.

Sin duda hay presiones fuertes para modificar la decisión de la Cofeco. El duopolio televisivo acostumbra respaldar sus labores de cabildeo con insolentes chantajes en contra de los funcionarios públicos que no complacen sus exigencias. Frente a tales amagos, tendrían que prevalecer las convicciones en la urgencia de enfrentar a los monopolios y para favorecer un mercado capaz de servir y no expoliar a la sociedad mexicana.  Es mentira que la alianza en torno a Iusacell propiciaría más competencia en las telecomunicaciones. Ustedes saben perfectamente que tendría un impacto monopolizador en los mercados de la publicidad, producción y distribución de contenidos.

Por eso exhortamos a la Cofeco para que confirme su decisión del 24 de enero de 2012 y rechace una vez más la concentración Televisa-Iusacell. Además, invitamos a los comisionados para que tomen decisiones específicas a fin de generar competencia en televisión abierta. Esa es ahora mismo, como ustedes saben, una demanda de cada vez más sectores del país. Ha  quedado claro y documentado el impacto que tienen la grave concentración y la propiedad cruzada de medios en la deliberación pública y en la democracia.

Sin ser autorizada la concentración, Televisa y TV Azteca ya se coludieron para incrementar las tarifas publicitarias, para negar los espacios publicitarios a competidores de televisión restringida, para repartirse las transmisiones deportivas, para compartir entre sí a conductores y artistas y para no transmitir en cadena nacional el primer debate a la presidencia de la República.

La decisión acerca de la fusión Televisa–TV Azteca en el negocio de la telefonía celular ocurrirá en una coyuntura especialmente sensible. No sólo estamos a cuatro semanas de que terminen las campañas electorales. Además, la preocupación por la escasez de opciones en la televisión y las costumbres acaparadoras de las empresas que controlan ese medio inquieta hoy a importantes grupos de ciudadanos. Confiamos en que ese contexto favorezca una decisión capaz de ceñir el ensanchamiento hasta ahora incontrolado, y de consecuencias aciagas para la sociedad, del duopolio televisivo.

México, D.F., 30 de mayo de 2012.

Asociación Mexicana de Derecho a la Información, A.C.

Aleida Calleja

Presidenta

Alberto Aziz Nassif

Coordinado del Consejo consultivo