El senador panista Jaime Rafael Díaz Ochoa, presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos Zona Norte, pidió al titular del Ejecutivo federal que a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores gestione las negociaciones para la suscripción de un convenio de aguas subterráneas transfronterizas con Estados Unidos.

En la sesión ordinaria de la Cámara Alta, el legislador por Baja California también exhortó al Presidente de la República a que, en la elaboración del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2013, se destinen mayores recursos a lo presupuestado en este año para la operación eficiente de la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.

Además, solicitó al titular del Ejecutivo federal a que informe sobre la observancia del Acta 317 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, para la Conservación y Restauración del Delta Río Colorado y que, a través la Comisión Nacional del Agua, se expida el Reglamento para la Distribución de las Aguas Superficiales del Río Bravo.

En un quinto resolutivo de su punto de acuerdo, Díaz Ochoa conminó al Presidente de la República a que, por medio de la Semarnat y del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, informe sobre los estudios y pronósticos sobre la sequía que impactan la disponibilidad de agua en la frontera norte de México. 

“México se encuentra vulnerable ante la falta del vital líquido, en razón a que su ubicación geográfica le exige contar con los elementos necesarios para prever y atender escenarios de escasez hídrica que se vislumbran a futuro.

“La utilización del agua por un país situado aguas arriba suele ignorar el suministro disponible para los países situados aguas abajo, premisa que se hace patente en el caso de Estados Unidos y México debido a los mantos acuíferos que comparten y de los que depende el desarrollo de los habitantes de ambos lados de la franja fronteriza”, expuso.

Los mantos transfronterizos explotados por ambos países, abundó, son Tijuana-San Diego, Río Colorado, Río Sonoyta-Papagos, Río Santa Cruz, Río San Pedro, Conejos-Médanos, Valle de Juárez, Edward Trinity y Río Bravo.

“De ellos destacan por su complejidad, valor y explotación los Ríos Colorado, Santa Cruz, San Pedro, Conejo-Médanos y Valle de Juárez, lo que fundamenta la inminente dependencia entre ambos países en materia de agua.

“Cabe destacar que Sonora y Arizona comparten tres acuíferos, Nogales, Santa Cruz y San Pedro, igualmente, Chihuahua comparte con Texas los acuíferos Médanos-Bolson de la Mesilla y Bolsón del Hueco, cuerpos de agua de vital importancia que permiten su desarrollo urbano e industrial”, añadió. 

Coahuila, continuó, requiere del agua que se capta en el acuífero Edwards-Trinity-El Burro, mismo que comparte con Texas y de manera similar, junto con Tamaulipas, recibe agua proveniente de la Cuenca Baja del Río Bravo/Grande, que también es gestionado por Texas. 

Díaz Ochoa explicó que para poder conservar, manejar y explotar estos acuíferos fue firmado, el 3 de febrero de 1944, el Tratado sobre Distribución de Aguas Internacionales entre México y Estados Unidos,  que regula el uso del vital líquido de los ríos Colorado, Tijuana-San Diego y Bravo.

Históricamente, consideró, las negociaciones diplomáticas relacionadas al manejo de aguas transfronterizas han sido tema álgido entre naciones y en ocasiones los resultados no han sido favorables para el país como lo muestra el caso reciente del revestimiento del Canal Todo Americano, proyecto concluido en 2010 a pesar de las objeciones presentadas por México a través del Poder Ejecutivo federal mediante una nota diplomática y por el Poder Legislativo con un contundente rechazo de los senadores de la República .

“Generar mayores disputas binacionales por volúmenes de agua contemplados en el Tratado de Aguas de 1944 no es la intención del presente documento. Lo que sí es de nuestro interés es el fortalecimiento del órgano competente que defiende los intereses de México en relación con el tema del agua ante nuestro vecino país y que la sociedad, los académicos y el gobierno trabajen por conservar la grandeza e importancia que tienen los Ríos Colorado y Bravo  para la frontera norte de México”, concluyó.

La propuesta del senador de Acción Nacional se turnó a la Comisión de Recursos Hidráulicos, para su análisis y dictaminación, donde seguramente dormirá el sueño de los justos.