*Pero hay hambre y nos pega en la cara
Nuestra Constitución sigue siendo una Constitución vigente, una Constitución muy importante, fue la primera en el mundo que dio las garantías sociales y luego fue imitada por muchas otras en el mundo.
El Constituyente permanente ha venido renovando la Constitución, actualizándola; por lo tanto, yo creo que sí hay muchas cosas qué festejar, la Constitución sigue siendo una ley que nos une a todos, a los diversos.
Así lo consideró el presidente de la Cámara de Diputados, Guadalupe Acosta Naranjo, al señalar que hoy lo que se necesita es buscar que se siga actualizando, hacerla vigente, que se cumpla y que sea algo que determine la vida de los mexicanos; entonces, a mí me parece que hay muchas cosas qué festejar el 5 de febrero.
PREGUNTA.- ¿Qué tan válido es tener una Constitución, si usted dice que no es vigente… bueno, sí es vigente pero no se cumple y hay poderes, sin embargo uno solamente sobrepasa y los otros parecen que están maniatados?
RESPUESTA.- No, yo creo que siempre la ley y las constituciones son dinámicas, nunca se mantienen estáticas y por lo tanto hay que seguirlas actualizando, conforme la sociedad avanza.
Por eso una Constitución, ninguna en el mundo, se ha dejado de modificar, pero el espíritu de nuestra Constitución sigue vigente y hay muchas cosas que deben de buscarse actualizar.
Por ejemplo, tenemos todavía pobreza en el país, aunque la Constitución surgió por un gran reclamo social en la revolución del 10 y del 17, nadie podrá negar que la pobreza, la miseria, por ejemplo el hambre ahora de nuestros indígenas, pues nos pega y nos golpea a todos en la cara.
¿Eso significa que la Constitución deja de funcionar, no es vigente? A mí me parece que no, que lo que tenemos que hacer es actualizar las políticas públicas para que este tipo de fenómenos sociales desaparezca; yo creo, por lo tanto, que debemos seguir exigentes y que nuestra Constitución sigue siendo una aspiración que se cumple en muchos temas, por lo tanto no debe, por eso, decirse que la Constitución ya no funciona.
Y el equilibrio de poderes ha sido algo que se ha venido ganando paulatinamente; hasta 1997 el Poder Legislativo siempre tenía la mayoría del mismo partido que gobernaba la Presidencia de la República, tenemos apenas 15 años donde ha comenzando a haber pluralidad y algunos piensan que la pluralidad del Congreso estorba a la buena gobernabilidad.
A mí me parece que es al revés, que la pluralidad del Congreso debe de conservarse, porque refleja la pluralidad de la sociedad y nosotros debemos de seguir perfeccionando nuestro sistema político, para que, entre otros, el Poder Legislativo tenga cada vez un mayor peso, sea más vigilante, tenga mayor importancia en las decisiones que toma nuestra nación.