Greenpeace solicitó la intervención de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para exhortar al gobierno de México a negar los permisos de liberación comercial de maíz genéticamente modificado y reinstalar la moratoria a las semillas transgénicas de este grano.
Además, la organización ambientalista pidió que se solicite al Estado mexicano una declaración que reconozca a todo el país como centro de origen y diversidad genética del maíz y asuma el compromiso de impulsar políticas públicas que protejan los cultivos de esta semilla.
Durante una reunión entre el director general de la FAO, José Graziano da Silva, y representantes de organizaciones civiles este 1 de mayo, Greenpeace manifestó su preocupación por la falta de un marco regulatorio completo en materia de bioseguridad.
En este encuentro, también se abordaron temas como el derecho a la alimentación, la Cruzada Nacional contra el Hambre y su percepción social.
De acuerdo con la organización ambientalista, sus solicitudes se enfocan en cuatro exhortos al Estado mexicano: negar los permisos de liberación comercial de maíz, y la suspensión de todos los trámites en las diferentes fases de liberación; atender las recomendaciones internacionales y de expertos, procediendo de inmediato a reinstaurar una moratoria al maíz GM; implementar un efectivo Régimen de Protección Especial del Maíz, que responda a la característica de centro de origen y diversidad del maíz, empleando los medios legislativos y de política pública de la forma más efectiva posible para la protección de este importante cultivo.
Asimismo, Greenpeace pidió solicitar al Estado mexicano una declaración que reconozca a todo México como centro de origen y diversidad del maíz, asumiendo el firme compromiso de proteger a este cultivo.
Con información de la revista digital 2000 Agro