El senador Rubén Velázquez López, pidió al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, un informe donde explique las acciones emprendidas ante el alto índice de desplazamientos humanos derivados por la ola de violencia que se vive en los estados fronterizos del norte del país.

El legislador chiapaneco comentó que tras la implementación de la estrategia contra el narcotráfico, Tamaulipas ha sido uno de los estados que comienzan a percibir este fenómeno, principalmente en los municipios de Mier y Camargo, donde los habitantes “han tenido que dejar todo por temor a perder lo más importante: su vida”.

Además, señaló que las autoridades y funcionarios de estos municipios se han sumado a la población para abandonar estas localidades, por temor a ser agredidos por miembros de la delincuencia organizada.

Dijo que en el municipio de Mier, más de 200 familias han dejado sus hogares para buscar refugio en zonas aledañas y con esto “queda claro que las autoridades estatal y municipal no pueden enfrentar las consecuencias de esta fallida batalla contra del crimen organizado”.

Mediante un punto de acuerdo, Rubén Velázquez solicitará que el Senado de la República le pida a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), un informe para conocer “el panorama del desplazamiento humano generado por la inseguridad en los estados de la frontera norte del territorio nacional”.

También  pedirá que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) inicie una investigación sobre la violación a los derechos humanos de las personas que han tenido que abandonar sus lugares de origen.

Velázquez López indicó que en varias entidades del país, la presencia de las autoridades se ha visto reemplazada por los grupos de la delincuencia organizada, y consideró que este escenario no debe pasar inadvertido, pues son muchas las vejaciones y la impunidad que padecen los mexicanos.  

Por último, consideró que es responsabilidad del gobierno federal tomar medidas para enfrentar este fenómeno, ya que los habitantes de zonas de riesgo por la presencia del crimen organizado, se ven obligados a abandonar sus hogares y su patrimonio, en busca de refugio ante la ola de violencia.