*Esperen sentados
La Comisión Permanente hizo un llamado al presidente Felipe Calderón para que explique el protocolo aplicado por la Secretaría de Salud y las distintas dependencias involucradas, tendiente a declarar y atender la alerta epidemiológica de sarampión.
El reporte, que deberá ser entregado por escrito, tendrá que incluir el número de casos de sarampión registrados del año 2000 a la fecha.
También, se solicitaron detalles sobre las licitaciones públicas desde el 2000 a la fecha para la adquisición de vacunas contra el sarampión, del incumplimiento de las empresas contratadas, así como de las acciones legales emprendidas para garantizar el cumplimiento de los respectivos contratos.
Además, un reporte sobre la capacidad real de producción de la empresa paraestatal Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, a fin de comprender el volumen anualizado de producción y venta de vacunas y productos biológicos.
En el dictamen aprobado se señala que el 20 de julio se registró un caso de sarampión en México de una niña francesa que había ingresado al país, por lo que se implementó un cerco sanitario en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, a efecto de evitar la propagación de la enfermedad.
De igual forma, se estableció un cerco de 49 cuadras en la colonia San Pedro de Los Pinos, perímetro del domicilio de la menor portadora de la enfermedad.
Senadores y diputados señalaron que el tratamiento que se ha dado por parte del gobierno federal y del Distrito Federal ante la aparición de un solo caso de sarampión proveniente del extranjero, hace suponer que en los últimos años se han descuidado las campañas permanentes de vacunación.
Es necesario intensificarlas y ampliar el espectro de edades hasta menos de 39 años y hacer notar que al parecer aproximadamente 7.3 millones de vacunas dejaron de aplicarse el año pasado debido a un retraso en su entrega, entre ellas la del sarampión, puntualizaron.
Por ello, consideraron pertinente que la Secretaría de Salud explique que los más de 2 mil millones de pesos que paga anualmente para la compra de vacunas se concentran en seis laboratorios farmacéuticos, de los cuales tres son extranjeros: Pfizer, GlaxoSmithKline y Sanofi Pasteur. Los restantes son los Laboratorios Imperiales, Probiomed y la paraestatal Birmex.