Investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo y del CEDRSSA coincidieron en que se debe reformular totalmente el Programa Especial Concurrente (PEC), porque aunque los montos que se le dan han crecido significativamente y los apoyos per cápita son los más altos de Latinoamérica, no ha logrado revertir ni detener los procesos de empobrecimiento de la población rural.
Lo anterior en el marco del octavo aniversario del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), en el segundo día de trabajos en la mesa “Evolución de la aplicación e impacto del PEC en la Unidades de Producción Rural (UPR) 2006-2010”.
El director general del CEDRSSA, César Turrent Fernández, precisó que la reformulación del PEC implicará la desconcentración de los estados y municipios de las actividades esenciales de este programa, así también un enfoque nuevo para impulsar el desarrollo agrícola y rural basado en lo territorial.
El PEC, indicó, trabaja con reglas de operación complejas y sistemas de información ineficientes, además apoya en mayor medida a los productores más ricos y a las regiones mejor dotadas en recursos.
Refirió que se requiere un cambio institucional profundo y modificación a las Leyes de Desarrollo Rural Sustentable y Orgánica de la Administración Pública Federal, que aporten un nuevo enfoque de desarrollo agrícola y rural.
Recomendó la creación de una institución encargada del desarrollo rural, ejidos, comunidades agrarias, pequeña propiedad minifundista y comunidades indígenas, con altos niveles de pobreza y estancamiento.
Ello para concentrar en estos sectores los apoyos productivos, sociales y servicios que actualmente se dispersan en la Sagarpa, Sedesol y Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos indígenas (CDI), precisó.
En su momento, el investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, Pablo Ramírez Moreno, planteó que el PEC no ha mostrado los resultados e impactos esperados para combatir la pobreza, inequidad y mejorar las condiciones de vida de la población rural, generar empleos y fomentar el arraigo social.
El PEC –dijo- no ha podido incrementar la productividad y los recursos naturales siguen un intenso proceso de deterioro.
Opinó que se deben considerar los procesos de cambio climático y la crisis económico-financiera a nivel mundial, el problema del agua y de la energía para los próximos años, porque serán aspectos estratégicos en la obtención de alimentos.
A ello se suma que para 2030 en México se espera una población cercana a los 150 millones de personas, puntualizó.
Recordó que entre los objetivos del PEC destacan fomentar las actividades económicas de la sociedad rural, mejorar las condiciones de salud, alimentación y vivienda de las familias, combatir la pobreza en el campo, propiciar el cuidado al ambiente e impulsar la equidad de género en el sector.
A su vez, la investigadora de la Universidad Autónoma de Chapingo, Teresita Cisneros, planteó la necesidad de mayor difusión del PEC, requisitos y plazos para presentar solicitudes, así como mayor transparencia en los procesos de selección de beneficiarios y asignación de recursos e información oportuna a los solicitantes.