El diputado federal Fernando Jorge Castro Trenti propuso una iniciativa para que se respeten los esquemas de exención de pago de derechos a la actividad pesquera contenidos en la legislación hace más de 30 años, a fin de fortalecer esa actividad que contribuye a la seguridad alimentaria.
De prosperar la propuesta que reforma los artículos 40 y 60 de la Ley de Puertos, impulsará a los pescadores al permitirles continuar su actividad y propiciará frenar la tendencia actual que los lleva a deshacerse de sus embarcaciones por no contar con los recursos suficientes para operar.
La problemática ya expuesta, señala, hace evidente la necesidad de modificar el artículo 60 de la Ley de Puertos, para que prevea las exenciones contempladas en la Ley Federal de Derechos en materia de embarcaciones pesqueras y frenar la tendencia actual de precarización.
El documento agrega que la pesca se ha visto gravemente lesionada por la falta de políticas públicas adecuadas y el encarecimiento de los insumos básicos para la operación.
Baste señalar que tan sólo en seis años de 2007 a 2012 el precio del Diesel se incrementó casi al doble, lo que agudiza las complicaciones mencionadas han lesionado a la actividad.
De acuerdo con estudios oficiales, el número de embarcaciones pesqueras ha pasado de 106 mil 373, en el año 2000, a 82 mil 69 en 2011; es decir, la flota nacional se ha reducido 23 por ciento en un lapso de 10 años.
La precariedad económica que ha obligado a los productores a deshacerse de sus embarcaciones pone en riesgo la seguridad alimentaria, el sustento de familias y las fuentes de empleo de miles de trabajadores que directa e indirectamente dependen de la pesca, advierte.
Expone que a pesar de las condiciones adversas, el sector pesquero se ha mantenido vigente al contribuir en el desarrollo de la economía con mil 300 millones de pesos anuales por concepto de captura de diversos productos; además, tiene participación de más de 300 mil pescadores.
“Con todas las bondades y potencial, esta actividad apenas representa el 0.8 por ciento del PIB, lo que nos hace reflexionar acerca de las oportunidades que una adecuada atención del sector podría representar para el país”, enfatiza.
Destaca que la situación de la pesca comercial como actividad primaria es preocupante por falta de ordenamiento y el aumento desenfrenado de los insumos.
Asimismo, agrega, la persistencia de una política comercial de importación de productos marinos en vez del consumo de los nacionales, han lastimado la posibilidad de trabajo de los productores y sus familias, afectando a miles de mexicanos que participan en forma indirecta en las actividades propias del sector.